Una alianza política trascendente e histórica,
alrededor de la acumulación de capacidades y fortalezas entre: Comunidad
organizada, colectivos, organizaciones y grupos sociales y populares, con comprobada vocación revolucionaria y patriótica,
está planteada.
Las
perspectivas para muy pronto, serán más antiimperialistas y más radicales en
contra de las estructuras burguesas y su bastardo sistema de relaciones. Esta
alianza estratégica, tiene que estar decidida en una Liga que siente las bases programáticas
y avance hacia la trascendencia, mediante un gran pacto político bolivariano, el
cual, como un solo cuerpo asambleario vinculante, tal como lo concibió el
constituyentista en el artículo 70 de nuestra nueva constitución Bolivariana, fije
el momento de refundar, en el marco constituyente, y desde su propio quehacer
político, al polo desdibujado del presente y con ello, todas sus marramucias
El GPP hoy, dividido y disperso “por ahora”
en consejos patrióticos territoriales (Estados) y sectoriales:
afrodescendientes, personas con discapacidad, adultos mayores, mujeres,
pescadores y campesinos, vivienda y hábitat, ciencia y tecnología, juventud,
sexo diverso, artesanos, transportistas, ecologistas, comunicadores,
organizaciones comunitarias, economía comunal y combatientes; tienen la inmensa
tarea histórica de zafarse y trascender a dichas marramucias y, hacerse de esa iniciativa constituyente, para así,
construir e imponer, en condición de vanguardia, la nueva hegemonía política. Para eso, ya está en seno
de la calle la UNIDAD DEL PODER POPULAR
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