sábado, 11 de agosto de 2012

LUIS FUENMAYOR TORO Venezuela y Mercosur Opinión, pp 40


Se ha desatado toda una discusión sobre el reciente ingreso de Venezuela al Mercosur, mercado regional que abarca ahora a Brasil, Argentina, Uruguay, Paraguay y Venezuela.
Lo extraño es que nuestro país estaba tratando de ingresar a dicho mercado desde hacía varios años y nunca se presentó una algarabía como la actual en relación con esta solicitud.

 Parecía que se estaba de acuerdo con dicho ingreso, pero ahora nos percatamos de que no era así o de que quizás los disconformes actuales pensaban que no entraría, pues el Congreso paraguayo tenía una posición negativa e intransigente. 

Tratemos de poner las cosas en su sitio.

La derecha más reaccionaria critica nuestra entrada al Mercosur pues dice que no tenemos forma de competir con los productos de Brasil y Argentina, ya que nuestro aparato industrial ha sido destruido y lo único que podemos vender es petróleo, que en todo caso es materia prima sin ningún valor agregado nacional. Lo contradictorio de esta posición es que las mismas razones se podrían aplicar para rechazar nuestra adhesión al Alca, que, sin embargo, es defendida por estos mismos críticos. ¿En qué estamos entonces? La salsa que es buena para el pavo también lo es para la pava. En ambos casos, nuestra participación sería desventajosa.

Lo mismo ocurre con la firma, ya realizada, del tratado de libre comercio con Colombia, en el cual los rubros fueron escogidos en función de los intereses del vecino país, por lo que será también desfavorable para Venezuela, pero de ello nada dicen quienes hoy se oponen con mucha energía a nuestra presencia en el Mercosur. De nuevo se contradicen en forma clara. Los argumentos señalados son ciertos para cualquier alianza, pues nuestro parque industrial ni antes ni mucho menos ahora puede competir con ningún parque productivo de los vecinos. Menos aun si permitimos que sean ellos quienes escojan los rubros a intercambiar y colocan las condiciones. 

Lo positivo del ingreso al Mercosur, así como nuestra presencia en otros pactos regionales (Andino), radica en el impulso que se da a mercados alternativos distintos del estadounidense, lo cual enfrenta el monopolio a que nos quiere someter el coloso norteño. Se trata de aprovechar las contradicciones interimperialistas para nuestro desarrollo. 

Ex rector de la UCV

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