Caracas, 27 Ago. AVN.- Alí Rodríguez Araque, dirigente revolucionario y actual embajador de Venezuela en Cuba, indicó que uno de los principales desafíos de la Revolución Bolivariana es la transformación el actual Estado en uno revolucionario y popular, proceso en el cual las comunas juegan un papel fundamental.
"¿Cómo provocar la generación de un Estado revolucionario, popular? Mi convicción es que la tarea estratégica fundamental de la revolución, en ése y muchos otros órdenes, es la construcción de las comunas, como una especie de alianza entre los trabajadores, los pobladores de los barrios, los intelectuales revolucionarios, que al final conformen un verdadero Poder Popular", expresó el pasado martes durante su participación en el foro "Desafíos de la Revolución Bolivariana", realizado en Guarenas, estado Miranda, organizado por la Alcaldía del municipio Plaza.
La Ley Orgánica de las Comunas, en su artículo uno, establece la Comuna como una entidad local "donde los ciudadanos y ciudadanas en el ejercicio del Poder Popular, ejercen el pleno derecho de la soberanía y desarrollan la participación protagónica mediante formas de autogobierno para la edificación del estado comunal, en el marco del Estado democrático y social de derecho y de justicia".
Al apuntar que el Estado es el órgano fundamental para el ejercicio del poder, y que el gobierno es solo parte del Estado, el también exministro del Gobierno del presidente Hugo Chávez advirtió que aun cuando el país cuenta con un Gobierno revolucionario "el (actual) Estado estructuralmente es el mismo Estado de la cuarta República, lo cual explica mucho de los problemas que tenemos".
Tras recibir un homenaje por su amplia trayectoria política y lucha revolucionaria, el abogado y exguerrillero dijo -con base en su experiencia por varios ministerios- que es necesario combatir el burocratismo y la vieja cultura administrativa, problemas "que dificultan enormemente llevar una revolución adelante".
"No basta con tener el poder de Gobierno. Incluso, no basta con tener el control político de instituciones, porque el viejo Estado es un estorbo para los cambios revolucionarios del país. Es mi profunda convicción", sentenció el dirigente nacido en Mérida, en 1937, y quien realizó además estudios de Economía especializándose en materia petrolera.
En su reflexión, destacó como altamente positiva la gestión del presidente Nicolás Maduro al consolidar la estabilidad política y afrontar los retos planteados en la transformación del país, al tiempo que invitó al pueblo a pensar por un instante en la complejidad que encierra la tarea que asumió el Presidente tras la partida física del comandante Chávez.
"Independientemente de las observaciones que podamos hacer, de críticas, -como las solemos hacer los revolucionarios- el balance que podemos hacer para hoy es altamente positivo", enfatizó.
El dirigente revolucionario apuntó que el país ha logrado "una considerable estabilidad política, que es condición para avanzar en cualquier dirección", y aun cuando la economía enfrenta retos y problemas, es necesario "afinar la puntería, para seguir con mayor claridad y firmeza los rumbos y las profundas transformaciones que están planteadas y que inició ese gigante de nuestra historia -como tantos que le antecedieron- Hugo Chávez".
En este contexto, Rodríguez Araque identificó que otro importante desafío "es lograr con políticas correctas que se desarrolle cada día más la conciencia del pueblo, la organización, la disposición del pueblo para luchar por sus intereses y por esta Revolución que nos dejó Hugo Chávez".
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