jueves, 21 de agosto de 2014

HAY QUE CAMBIAR CORRELACIÓN DE FUERZAS FOMENTANDO LA PEDAGOGÍA POLÍTICA Y LA MOVILIZACIÓN POPULAR: MARTA HARNECKER AL RECIBIR PREMIO AL PENSAMIENTO CRÍTICO


La investigadora social chilena Marta Harnecker recibe el Premio Libertador al
Pensamiento Crítico de manos del presidente de la República de Venezuela, Nicolás Maduro.


CRONICÓN.NET
Para poder avanzar de forma exitosa hacia el camino del socialismo "se debe tener una nueva cultura de izquierda", sostuvo la ganadora del Premio Libertador al Pensamiento Crítico, Marta Harnecker, durante la ceremonia de entrega del galardón en el Teatro Teresa Carreño, en Caracas, el pasado 15 de agosto, de manos del presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro Moros.
La escritora, socióloga y periodista chilena que obtuvo el máximo galardón por su obra: Un mundo a construir (nuevos caminos), considera que esa nueva cultura de izquierda debe ser pluralista y tolerante "que ponga por encima lo que nos une y deje de un lado lo que nos divide, que promueva la unidad entorno a valores como el humanismo, la solidaridad, el respeto a la diferencias, el amor y defensa por la naturaleza".
Harnecker sostuvo que bajo ese concepto dicha cultura tiene que rechazar el afán por el lucro y las leyes del mercado como principios rectores de la actividad humana.
"Una izquierda que se dé cuenta que la radicalidad no está en levantar consignas más fuertes, ni en realizar las acciones más radicales que solo unos pocos entienden y muchos se asustan, sino que sea capaz de crear espacios de encuentro y de lucha de amplios sectores, que sea capaz de constatar que somos muchos en la misma lucha y eso es lo que nos hace fuertes, nos une y hace ser radicales", dijo la intelectual chilena durante su discurso de recepción del importante premio.
Para la investigadora social, en la nueva cultura de izquierda se debe comprender que hay que ganar la hegemonía, "es decir que hay convencer en vez de imponer, pero lo más importante tiene que ser lo que hagamos juntos en el porvenir y restarle importancia a lo vivido en el pasado", sentenció.
Hizo especial énfasis en la necesidad de cambiar la correlación de fuerzas en el ámbito político latinoamericano, realizando una constante pedagogía política y fomentando la movilización e iniciativa populares.
"Este proceso de transformación es largo (el camino hacia el socialismo) pero debemos ser capaces de defender las ventajas alcanzadas sobre los que se llenan la boca hablando de democracia y lo único que defienden son intereses personales", aseguró, al tiempo que calificó como hombre de conciencia al presidente Hugo Chávez, líder al que tomó como inspiración para escribir su libro.

La ganadora del premio Libertador al Pensamiento Crítico en su edición número nueve, aseguró también que su obra no la hubiese podido escribir sin la intervención del líder de la Revolución Bolivariana, Hugo Chávez.
Dijo que la participación que tuvo el comandante Chávez en la historia de América Latina y el Caribe fue su inspiración para escribir su libro Un mundo a construir (nuevos caminos).
Harnecker se convirtió en la primera mujer en recibir el galardón que valora la internacionalidad de escribir historias bajo un pensamiento crítico y propio de las realidades que vive el mundo.
"Muchas de las ideas que se exponen en mi libro, fueron escritas un mes después de la partida física del presidente Chávez, están relacionadas con el comandante más grande que ha tenido Latinoamérica", acotó.
Harnecker, igualmente, felicitó al presidente de Venezuela, Nicolás Maduro por dar continuidad a la Revolución Bolivariana y por fomentar el debate entre las bases populares en temas tan sensibles como el incremento de los combustibles.
Su intervención completa en el siguiente video:


MARTA HARNECKER EN DETALLE
Marta Harnecker proviene de una familia de inmigrantes austríacos y de joven militó en el catolicismo. Para 1960 visitó a Cuba y quedó impresionada por la lucha independentista que el país mantenía contra Estados Unidos.
Como socióloga y periodista Harnecker es una gran defensora de la justicia social que denunció los crímenes de la dictadura de Pinochet en Chile, su país de nacimiento. Fue directora del centro de investigaciones Memoria Popular Latinoamericana de La Habana y del Centro Internacional Miranda en Caracas.
Desde el 2002 y hasta 2006 fue asesora del Gobierno del presidente Hugo Chávez, hecho que para ella representó un gran logro para su carrera como militante de la justicia social.
Socióloga, politóloga, periodista y activista, Marta Harnecker se convirtió en referencia fundamental para la izquierda marxista con la publicación, a finales de los años 60, de su libro Los conceptos elementales del materialismo histórico. Con múltiples reediciones, el libro ha alcanzado una difusión de difícil repetición en el campo de la teoría marxista.

Tras cursar estudios con Louis Althusser, Harnecker regresó a su Chile natal, del que tuvo que exiliarse al producirse el golpe militar contra el gobierno de Salvador Allende. En Cuba, Marta Harnecker dirigió el centro de investigación Memoria Popular Latinoamericana (MEPLA) y continuó su extensa obra, que hoy sobrepasa los setenta títulos.
Su interés por los nuevos movimientos sociales y la relación de éstos con la política orgánica se ha visto reflejada en libros como La izquierda en el umbral del siglo XXI (1999), o La izquierda después de Seattle (2001). Ardiente defensora de la revolución bolivariana, ha publicado también los libros Hugo Chávez Frías: un hombre, un pueblo; Venezuela: militares junto al pueblo; y Venezuela: una revolución sui generis.
Su libro Reconstruyendo la izquierda, proporciona claves para una nueva visión de lo político que permitan, desde un punto de vista nítidamente de izquierda, superar debilidades, errores y desviaciones cometidos en el pasado, analizando sus causas. En Inventando para no errar ahonda en esa reflexión, tomando como punto de partida los importantes cambios que han protagonizado distintos gobiernos de América Latina apoyados en grandes movilizaciones impulsadas desde los movimientos sociales.
En Ecuador. Una nueva izquierda en busca de la vida en plenitud, Marta Harnecker ofrece un panorama completo de lo que puede ya calificarse como una de las experiencias de cambio social más significativas entre las protagonizadas por los diversos movimientos emancipatorios que han sacudido en estos últimos años a América Latina.
SINOPSIS DEL LIBRO UN MUNDO A CONSTRUIR (NUEVOS CAMINOS)
La editorial El Viejo Topo hizo la siguiente sinopsis del libro premiado de Marta Harnecker:
La primera parte, América Latina avanza, versa sobre lo que ha sucedido en América Latina en estas últimas décadas, que comprende la modificación del mapa político, las movilizaciones sociales que explican este cambio, la forma en que ha variado la correlación de fuerzas entre los Estados Unidos y los países de la región, y los intentos de recolonización y disciplinamiento que la primera potencia imperial está realizando en el subcontinente.
En la segunda parte, Hacia dónde avanzar: El socialismo del siglo XXI, Harnecker reflexiona sobre la carga negativa que conlleva -injustamente- la palabra socialismo, y qué aspectos hay que rescatar del pensamiento original de los clásicos del marxismo, así como cuál es la naturaleza de la transición que se está viviendo en algunos países latinoamericanos, transición condicionada por las grandes limitaciones que sufren los gobiernos que impulsan los cambios, y cómo juzgar sus tareas y sus avances.
La tercera parte: El instrumento político para construir una nueva hegemonía aborda el tema de cómo lograr la correlación de fuerzas necesaria que permita ir venciendo los obstáculos y avanzar en la construcción de la nueva sociedad, y la relación que ello tiene con el tema de la hegemonía, pues si en muchos lugares del mundo la hegemonía cultural de la burguesía ha comenzado a resquebrajarse, ello no significa que se haya consolidado una nueva hegemonía popular y, para que eso ocurra, no bastan las grandes movilizaciones populares de rechazo al sistema, sino que se requiere la intervención de una instancia política. Consciente del amplio rechazo existente a la política y los políticos, Harnecker aclara que no reivindica los partidos tradicionales de izquierda del pasado, sino una nueva instancia que no manipule a los movimientos sociales sino que se ponga a su servicio, cuáles deberían ser sus principales tareas, qué tipo de militante y de cultura política necesitamos hoy, declara fundamental combatir el burocratismo en el que suelen caer los dirigentes de los partidos y del gobierno y termina defendiendo la necesidad de la crítica pública.
Agosto de 2014.

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