En declaraciones a RT el analista político Lajos Szaszdi comenta que en tales circunstancias pueden surgir compañías que garanticen la privacidad de la correspondencia electrónica, pero -sugiere- entonces vendría el problema de la Agencia de Seguridad Nacional de EE.UU. (NSA) que “forzaría a los dueños de estas compañías a revelar las comunicaciones de sus clientes”.
Este es el caso, recuerda el analista, del servicio de correo electrónico Lavabit, presuntamente empleado por el ex colaborador de la CIA Edward Snowden, autor de las revelaciones sobre el espionaje de la NSA, que fue cerrado. “Era un servicio de correo electrónico codificado con el que el Gobierno tenía problemas para romper el código en que estaban cifrados las comunicaciones”, explica Szaszdi.
Según el analista, parece que la gente tendrá que acostumbrarse a que los espían por motivos comerciales, “a menos que llegue una decisión de la Corte Suprema de EE.UU. que lo prohíba”. No obstante, concluye que lo más seguro es que incluso si van a demandar a Google por haberle facilitado la información a la NSA sin que los usuarios lo supieran, la Corte Suprema lo acabará justificando por razones de seguridad.
Acusada de violar las leyes estatales y federales al leer los ‘e-mails’ de los usuarios, Google declaró este miércoles que ello forma parte del funcionamiento de un servicio de correo gratis. La inspección se realiza automáticamente y es presentada en los términos de servicio que cada usuario está obligado a aceptar. El juicio sobre la demanda contra Google está previsto para primeros de septiembre.
Después de que Google declarara que los usuarios no deben aspirar a tener privacidad, los analistas opinan que si este gigante de Internet espía, probablemente otras compañías también lo están haciendo ‘por lo bajini’, sin decirlo a sus clientes.
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