El estatal Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología pronosticó que las lluvias continuarán durante todo el mes de febrero próximo
La temporada de lluvias en Bolivia, que comenzó en septiembre de 2012 y amenaza con extenderse durante todo el mes de febrero, ha dejado hasta la fecha 41 personas fallecidas y al menos 20 mil familias damnificadas, obligando al Ejecutivo a declarar “emergencia nacional” el pasado lunes.
Por un lado, datos oficiales indican que durante las últimas dos semanas al menos 10 personas han perdido la vida a causa de inundaciones y deslizamientos de tierra. Sin embargo, medios locales hicieron un recuento provisional de 41 fallecidos en los últimos cuatro meses.
Precisamente, el poblado amazónico de Rurrenabaque, al norte de La Paz, ha sido uno de los más afectados, pues un alud, de tierra sepultó el pasado sábado a 10 personas, entre ellos cuatro soldados marineros.
El alcalde Yerko Núñez reportó desde el lugar que “estamos en este momento retirando el cuerpo de un marinero que estaba ayudando (en las tareas de socorro). Con él suman 10 las personas fallecidas, estamos consternados”.
Por otro lado, en la región cocalera del Chapare (centro) las autoridades de la gobernación del departamento de Cochabamba informaron que 11 ríos se han desbordado esta semana.
“Han subido varios ríos y esto ha afectado a ocho mil 721 familias, afectando a la vez a cinco mil 930 hectáreas en los cinco municipios”, informó de la Secretaría de la Madre Tierra de la Gobernación, Cinthia Vargas.
En San Ignacio de Moxos, otro poblado en la Amazonia, unas 600 familias han sido reubicadas en templos y colegios, pues han abandonado sus casas por la crecida de las aguas.
En tanto, el gobernador de La Paz, César Cocarico, al igual que el Ejecutivo, declaró emergencia en su región, para movilizar personal civil y militar y destrabar recursos económicos para atender las emergencias.
La ministra de Desarrollo Productivo, Teresa Morales, informó este martes que el abastecimiento de productos en el mercado interno se encuentra garantizado, a pesar de las intensas lluvias que castigan al país.
La medida de emergencia nacional permite movilizar personal civil, tropa militar y disponer de mayores recursos financieros estatales para asistir a los damnificados en todo el país.
La temporada de lluvias en Bolivia se extiende durante cinco meses, desde finales de septiembre hasta febrero. El estatal Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología pronosticó que las lluvias continuarán en febrero.
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