viernes, 23 de diciembre de 2011
La Constitución de 1811 fue política, la de 1999 es eminentemente social
Así inició el primer vicepresidente de la Asamblea Nacional (AN), Aristóbulo Istúriz, su intervención en la Jornada de Reflexión Constituyente, Constitución y Revolución, que se llevó a cabo este miércoles en el hemiciclo del ente legislativo, a propósito de la conmemoración de los 200 años de la primera Constitución elaborada en el país.
Istúriz estableció una comparación entre ambos instrumentos legales, al tiempo que realizó un análisis histórico en el que señaló diferencias y similitudes de los procesos políticos que ha vivido la nación, desde la fundación de la República hasta nuestros días.
“Ambas constituciones son hijas del pueblo y resultado de procesos sociales: sin 19 de abril (1810) no hay Constitución de 1811 y sin 27 de febrero (1987) no hay Constitución de 1999″, dijo.
Destacó que la seguidilla de hechos: 19 de abril, firma del acta de independencia y Constitución de 1811 estuvo acompañada de un gran debate acerca de cómo se crea una República, en donde brilló el genio de Simón Rodríguez: “Si quieren República empiecen por formar republicanos”.
“Y así es, también lo dijo el Che, el fin último de la revolución es la formación del hombre nuevo. Es el nuevo republicano del que habló Simón Rodríguez; por ello toda revolución debe ser cultural; por la falta de eso perdió la primera República y por la presencia de la misma oligarquía, que luego asesinó a Zamora y quiso sacar a Chávez”, analizó.
Istúriz propuso a los defensores del proceso bolivariano no perderse en los mismos errores del pasado y a profundizar la revolución cultural, creadora de conciencia.
“El poder popular es político, es pueblo organizado con conciencia política. El consejo comunal que no tenga conciencia de que está cambiando la estructura del sistema capitalista está fuera de la jugada”.
“Lo peor que nos puede pasar es organizar al pueblo y no darle conciencia, porque lo organizamos contra nosotros mismos”, sostuvo.
Al proseguir con su análisis, Istúriz explicó: “la Constitución (de 1811) era política pero carecía de contenido social, y la del 99 es fundamentalmente social, porque la razón de su creación es la de otorgar verdaderas libertades”.
“La democracia de 1961 se conformaba con derechos políticos, y te decían: tu tienes libertad, tu votas, tu eliges, así no comas, no estudies y no tengas atención médica, por eso aquí se enfrentaron dos conceptos: sin derechos sociales no hay democracia, por ello en la Constitución del 99 se incorporó que sin estado de justicia no es viable el estado de derecho; no se pueden poner las mismas reglas a lo que es desigual, por eso debe haber justicia, para buscar la igualdad de condiciones”, describió.
Señaló que el día de hoy, con el proceso revolucionario, se pretende desmontar el Estado capitalista burgués, construido para defender un sistema de exclusión, que busca la acumulación de riquezas y es más exitoso mientras más pobres tiene.
“Lo que queremos hoy, para que no se pierda la República, es desmontar el Estado capitalista burgués”, enfatizó.
El parlamentario insistió en resaltar la importancia de conocer y comprender los procesos históricos, no como una serie de hechos aislados sino como un sistema de eventos concatenados, en el que la lucha de modelos se repite en contextos propios de cada tiempo.
“Para que se construyera esa Constitución (1811), esa República, hizo falta una revolución, que fue la guerra de independencia, para que al final viniera la Cosiata (pacto de 1830 que sella la separación de Venezuela de la Gran Colombia) que mató todo”, recordó.
Para Istúriz, en la revolución que protagoniza el pueblo el día de hoy, con una Constitución que le garantiza una democracia participativa y protagónica, no pueden perderse de vista los procesos ni la creación de conciencia que, a diferencia de la primera República de 1811, determinará el éxito de la quinta República que se está construyendo.
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