COMUNICADO
El Partido Socialista Unido de Venezuela quiere fijar posición en relación con informaciones de prensa que reseñan un supuesto acuerdo de asesoría en materia de seguridad convenido entre un aspirante a candidato de la oposición y el expresidente colombiano Álvaro Uribe.
Este absurdo anuncio nuevamente deja en evidencia las descaradas intenciones del señor Uribe de involucrarse personalmente en la campaña electoral venezolana, tan sólo un mes después del encuentro sostenido con representantes de la oposición venezolana durante el cual les exigió un pronunciamiento público en contra de la visita a Venezuela del presidente colombiano Juan Manuel Santos, cuyo objetivo era complicar la buena marcha de la relación entre ambos gobiernos.
En este sentido, el Partido Socialista Unido de Venezuela, en nombre de toda su militancia e interpretando el sentir de la mayoría indiscutible del pueblo venezolano, rechaza, en primer lugar, el permanente empeño del señor Uribe en involucrarse en la vida política venezolana en busca de provocar incidentes que dañen la buena relación existente entre ambos países, como parte de la agenda guerrerista que aún sigue teniendo el encargo de implementar.
Pocos méritos tiene este señor de la guerra, conocido por su promoción y protección de los grupos paramilitares colombianos antes, durante y después de su infame gestión como gobernante de la digna patria colombiana, para asesorar a nadie en otra cosa que no sea en violaciones de derechos humanos, espionaje telefónico a todos los niveles, corrupción administrativa, persecución y hostigamiento de dirigen¬tes sindicales, masa¬cre de campesinos y ajusticiamientos de ciudadanos inocen¬tes bajo la modalidad de “falsos positivos”.
Pero en segundo lugar, si bien es repudiable que la oposición contra patria venezolana permanentemente esté buscando orientaciones políticas más allá de las fronteras de su propio país, lo es más aún que hayan encontrado en la figura de Álvaro Uribe quien las dirija y las financie, a sabiendas de la estrecha relación que la mayor parte de los actores internacionales relevantes atribuyen al parami¬lita¬ris¬mo y el narcotráfico.
En cualquier caso, el Partido Socialista Unido de Venezuela entiende que la hipotética presencia en suelo venezolano de este siniestro personaje de la más nefasta historia del continente y cualquiera de sus secuaces es un insulto a la Patria de Bolívar y una afrenta que no puede ser contestada con otra cosa que con la expulsión inmediata del territorio nacional.
Hasta tanto la oposición venezolana no diga lo contrario, el país no puede sino dar por sentado que la alianza con este declarado enemigo de la paz y de la integración suramericana forma parte de la agenda oculta de su misterioso programa electoral.
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