Caracas, 30 Dic. AVN.- La intensa campaña contra el presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, y el Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), quedó totalmente desmontada durante las elecciones generales de noviembre pasado.
El mandatario fue reelecto por el 62,43% de los votos, mientras que el Partido Liberal Independiente (PLI) obtuvo el segundo lugar con apenas el 31% de los sufragios.
La maquinaria mediática contra el gobierno nicaragüense cayó en un precipio luego de la demostración de fortaleza que atraviesa el sandinismo, basada principalmente en el respaldo del pueblo.
Las masivas movilizaciones a favor de Ortega durante la campaña electoral fueron una muestra clara del apoyo que tiene en la actualidad el sandinismo.
Pero Nicaragua también se consolidó a fin de año, después de conocerse varias cifras que la ubican como una nación de fuerte crecimiento económico, pese a las presiones que recibe por parte de Estados Unidos y la fragilidad financiera en todo el mundo.
Aunque el país centroamericano viva dificultades sociales, las medidas gubernamentales adoptadas para paliar la pobreza y la exclusión han tenido una buena aceptación y resultados concretos.
Entre estos programas se encuentran Casas para el Pueblo, para la construcción de viviendas; el Bono Productivo, que incluye la entrega a cada núcleo familiar de una vaca y una cerda preñadas, seis aves de corral, semillas, plantas frutales y forestales, créditos, un biodigestor, y otros insumos; y el plan Usura Cero, que permite a las mujeres acceder a pequeños créditos para crear sus propios emprendimientos.
El gobierno nicaragüense anunció que el desempleo sigue disminuyendo, aunque reconoció que los nuevos puestos laborales se generan principlamente en el trabajo informal.
Para el primer trimestre de 2011, en el país se había creado 325 mil nuevos empleos, y la tasa de desempleo tuvo un descenso de 8,2% a 6,8%.
Desde el Ejecutivo agregaron que en el sector formal, los empleos han pasado de 420 mil en 2006 a 547 mil en este año, lo que equivale a un incremento de 30,2 % en los últimos cinco años.
Con respecto a la economía, la Cepal señaló en un reciente informe que Nicaragua logró sus metas de crecimiento en 2011 al cerrar el año con un aumento de 4,5% del Producto Interno Bruto (PIB).
El organismo dependiente de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), explicó que la nación centroamericana mantiene su crecimiento por segundo año consecutivo y supera a los países vecinos.
También un reporte del Consejo Superior de la Empresa Privada (Cosep) reveló que Nicaragua alcanzó este año una cifra récord en inversiones extranjeras directas, estimada en 900 millones de dólares.
A su vez, el Centro de Trámites de Exportaciones difundió que la nación centroamericana registra en 2011 un crecimiento del 23,64% en sus ventas al exterior, con ingresos superiores a los 2.300 millones de dólares.
Según lo publicado por medios locales, el aumento en rubros como café, carne de ganado, azúcar y en las producciones de maquilas constituyen una muestra de que Nicaragua se encamina a generar más empleos formales.
Sobre este último punto, el Instituto Nicaragüense del Seguro Social (INSS), corroboró que la cifra de asegurados ascendió este año a aproximadamente 580 mil, lo cual equivale a 40 mil más en comparación con 2010.
En Centroamérica, región azotada por la violencia, el narcotráfico y la dependencia ante Washington, Nicaragua se levanta como una nación que busca nuevamente su independencia, y para eso tiende lazos profundos con sus vecinos, como así también a través de organismos como la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (Alba), que tiene al país como a uno de sus protagonistas fundamentales.
La actual postura del gobierno nicaragüense fue reafirmada a principio de diciembre por el propio presidente Ortega, durante la reunión fundacional de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac).
En esa oportunidad, el mandatario y líder sandinista llamó con urgencia a la unidad latinoamericana para darle una “sentencia de muerte de la doctrina Monroe”, aplicada por Estados Unidos desde hace más de 180 años y que busca el control total del continente.
“La Celac permitirá aunar esfuerzos y multiplicar nuestros recursos en función del bienestar y el progreso de nuestros pueblos, en cumplimiento del sueño supremo de Simón Bolívar y de todos los próceres de la independencia en América Latina y el Caribe”, sentenció Ortega.
El mandatario fue reelecto por el 62,43% de los votos, mientras que el Partido Liberal Independiente (PLI) obtuvo el segundo lugar con apenas el 31% de los sufragios.
La maquinaria mediática contra el gobierno nicaragüense cayó en un precipio luego de la demostración de fortaleza que atraviesa el sandinismo, basada principalmente en el respaldo del pueblo.
Las masivas movilizaciones a favor de Ortega durante la campaña electoral fueron una muestra clara del apoyo que tiene en la actualidad el sandinismo.
Pero Nicaragua también se consolidó a fin de año, después de conocerse varias cifras que la ubican como una nación de fuerte crecimiento económico, pese a las presiones que recibe por parte de Estados Unidos y la fragilidad financiera en todo el mundo.
Aunque el país centroamericano viva dificultades sociales, las medidas gubernamentales adoptadas para paliar la pobreza y la exclusión han tenido una buena aceptación y resultados concretos.
Entre estos programas se encuentran Casas para el Pueblo, para la construcción de viviendas; el Bono Productivo, que incluye la entrega a cada núcleo familiar de una vaca y una cerda preñadas, seis aves de corral, semillas, plantas frutales y forestales, créditos, un biodigestor, y otros insumos; y el plan Usura Cero, que permite a las mujeres acceder a pequeños créditos para crear sus propios emprendimientos.
El gobierno nicaragüense anunció que el desempleo sigue disminuyendo, aunque reconoció que los nuevos puestos laborales se generan principlamente en el trabajo informal.
Para el primer trimestre de 2011, en el país se había creado 325 mil nuevos empleos, y la tasa de desempleo tuvo un descenso de 8,2% a 6,8%.
Desde el Ejecutivo agregaron que en el sector formal, los empleos han pasado de 420 mil en 2006 a 547 mil en este año, lo que equivale a un incremento de 30,2 % en los últimos cinco años.
Con respecto a la economía, la Cepal señaló en un reciente informe que Nicaragua logró sus metas de crecimiento en 2011 al cerrar el año con un aumento de 4,5% del Producto Interno Bruto (PIB).
El organismo dependiente de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), explicó que la nación centroamericana mantiene su crecimiento por segundo año consecutivo y supera a los países vecinos.
También un reporte del Consejo Superior de la Empresa Privada (Cosep) reveló que Nicaragua alcanzó este año una cifra récord en inversiones extranjeras directas, estimada en 900 millones de dólares.
A su vez, el Centro de Trámites de Exportaciones difundió que la nación centroamericana registra en 2011 un crecimiento del 23,64% en sus ventas al exterior, con ingresos superiores a los 2.300 millones de dólares.
Según lo publicado por medios locales, el aumento en rubros como café, carne de ganado, azúcar y en las producciones de maquilas constituyen una muestra de que Nicaragua se encamina a generar más empleos formales.
Sobre este último punto, el Instituto Nicaragüense del Seguro Social (INSS), corroboró que la cifra de asegurados ascendió este año a aproximadamente 580 mil, lo cual equivale a 40 mil más en comparación con 2010.
En Centroamérica, región azotada por la violencia, el narcotráfico y la dependencia ante Washington, Nicaragua se levanta como una nación que busca nuevamente su independencia, y para eso tiende lazos profundos con sus vecinos, como así también a través de organismos como la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (Alba), que tiene al país como a uno de sus protagonistas fundamentales.
La actual postura del gobierno nicaragüense fue reafirmada a principio de diciembre por el propio presidente Ortega, durante la reunión fundacional de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac).
En esa oportunidad, el mandatario y líder sandinista llamó con urgencia a la unidad latinoamericana para darle una “sentencia de muerte de la doctrina Monroe”, aplicada por Estados Unidos desde hace más de 180 años y que busca el control total del continente.
“La Celac permitirá aunar esfuerzos y multiplicar nuestros recursos en función del bienestar y el progreso de nuestros pueblos, en cumplimiento del sueño supremo de Simón Bolívar y de todos los próceres de la independencia en América Latina y el Caribe”, sentenció Ortega.
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