Héctor Agüero
El
anuncio de la candidatura del compañero Nicolás Maduro a la gobernación de
Carabobo lo asocié a la frase bíblica:“todo tiene su tiempo y todo lo que se
quiere debajo del cielo tiene su hora” ya que el movimiento revolucionario en
nuestras tierras carabobeñas conoce como nunca un impulso vigoroso, sostenido y
tenaz producto de un trabajo de cuadros y de un movimiento popular en
crecimiento.
Las
organizaciones revolucionarias en nuestro Estado conocen un nivel de madurez
suficiente para encarar el reto que el compañero Presidente del PSUV nos plantea:
asumir el control administrativo y político de una de las entidades más
estratégicas del centro del país, donde la importancia poblacional, geopolítica
y la carga simbólica de ser el escenario de la batalla que selló la
independencia de Venezuela, significa mucho para el pueblo.
Estamos
convencidos que desde el punto de vista organizativo, de respuesta inmediata y
de moral patriótica estamos preparados
para derrotar a las fuerzas de la
derecha hoy enquistadas en tierras valencianas.
Nicolás
Maduro viene del mundo obrero, ha sido
un combatiente sindical consecuente, conoció en carne propia la ferocidad de
las bandas armadas de los otrora partidos AD y COPEI que practicaban la
política de la cabilla y la extorsión para dominar las antiguas centrales
sindicales y ponerlas al servicio del gran capital. A estas mafias sindicales supo enfrentarse
con inteligencia y con un alto grado de moral revolucionaria y de conciencia de clase.
Tiene una trayectoria meritoria en la lucha
sindical del Metro de Caracas. Desde hace una décadala derecha desquiciada y
sus áulicos y escribanos diseñaron una
campaña de corte racista contra Nicolás por su condición de conductor de trenes.
Para un burgués los oficios de obreros son menospreciables. Desde el punto de
vista sociológico puede que sea una opinión, deleznable, pero opinión a fin de
cuentas. Pero en lo que se refiere ala condición humana, al derecho al trabajo
esta postura tiene todos los tintes de la discriminación que lo prohíbe nuestra
Carta Magna, es decir la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela.
Como
en política las torpezas se pagan caro esta campañita denigrante se les
devolvió a los escuálidos ya que los sucesivos desempeños públicos de Nicolás
Maduro tanto al frente de la fracción parlamentaria socialista en la AN como en
su condición de ministro de Relaciones Exteriores del proceso revolucionario
han sido de una calidad excepcional y el pueblo ha sabido reconocer esta
capacidad. Nicolás nos recuerda, en su formación y temple al compañero
brasileño Lula Da Silva, fundador del PPT, obrero como él y curtido en el
sindicalismo metalúrgico.
Sabemos
que es ardua y feroz la campaña que en
territorio carabobeño va a poner en práctica el oscurantismo derechista para
cerrarle el paso a Nicolás Maduro. De esto estamos conscientes pero el alto
grado de preparación tanto del PSUV como del Polo Patriótico nos dice que vamos
por el camino correcto. Nicolás va a despertar el sentimiento popular y la
maquinaria socialista sabrá responder y acompañarlo en una campaña casa por
casa, en los sectores populares urbanos, en el mundo obrero, en los campesinos,
en las organizaciones gremiales, en los estratos de clase media con conciencia
venezolana, en los humildes hermanos y hermanos de los vecinos países que la
violencia oligárquica los ha obligado a encontrar cobijo en la patria de
Bolívar.
A
todos ellos llegaremos con el mensajero revolucionario y socialista para que
con sus votos aseguren al compañero Nicolás Maduro como próximo Gobernador del
estado Carabobo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario