viernes, 16 de mayo de 2014

Cuál es la lucha de los hombres para lograr la Paz?, ¿y cuál Paz? ¡Si quieren dejar al mundo como está! (Alí Primera





Libertad de morirse de hambre decía Alí, denunciando el concepto ambiguo de Libertad proclamado por la Democracia Liberal Burguesa, cuya enunciación no vislumbraba la vía para el ejercicio de la Libertad en los sectores excluidos, condenados a la pobreza, sin los medios para producir su sustento y sin posibilidades de habitar espacios dignos para la vida. Deslastrarse de los condicionamientos y significaciones colectivas dominantes, aún es tarea en la construcción de la Patria Soberana que día a día libramos. Luchar por ganar espacios para vivir en igualdad de condiciones, sin relaciones de dominación, implica reflexionar sobre la forma como se ha reproducido la cultura capitalista, tanto en la clase social que domina como en la clase dominada, pues, la dominación se reproduce en ellas en forma efectiva y a la vez sutil, que ni nos damos cuenta. En este sentido, el tema “Mediático” cada vez cobra mayor importancia, pues su uso por parte de grupos que ejercen el poder económico y político, queda evidenciado en el comportamiento individual y colectivo, como muestra de su poderosa influencia.
En Venezuela, la estructura económica que ha hegemonizado el mundo de las comunicaciones mediadas por la tecnología sean de Radio y Televisión, como la Prensa y formatos Multimedia a través de las Redes, está centrada en el Capitalismo Neoliberal, dirigido por la Burguesía Criolla en alianza con las industrias trasnacionales de la Cultura.
Nos preguntamos: ¿Cómo despojarnos de las estructuras creadas para la dominación?, ¿Cómo construir una Comunicación Libre y Plural?, ¿Es posible ejercer la libertad de expresión sin contar con medios de comunicación libres?.
La transición a una Democracia Protagónica y Participativa ha demorado un poco en el área de la Comunicación, luego de 15 años de promulgar la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela en 1999. Para aquel entonces, las condiciones de avanzar hacia la posibilidad del establecimiento de políticas profundas de transformación social, en la creación de medios de comunicación a nivel de los sectores populares, estaba restringida por partida doble. Por un lado, los propietarios de medios comerciales mantenían una celosa y feroz defensa de la propiedad privada de los Medios de Comunicación Comerciales y la otra referencia eran los Medios de Comunicación Públicos administrados por el Estado , representado a través de las instituciones y empresas del sector público creadas para este fin. La correlación de fuerzas en el seno de la Asamblea Nacional sumado a la inexistencia de una fuerza comunicacional de carácter popular, explica las razones por las cuales el texto constitucional colocó el énfasis en el derecho de los ciudadanos y ciudadanas a expresarse libremente por cualquier medio, sin censura previa, así como el el derecho a la réplica , y las obligaciones que tienen los medios de comunicación social públicos y privados a contribuir a la formación ciudadana, con el fin de garantizar el acceso universal de las personas a la información en forma oportuna, veraz, e imparcial.
En cuanto a la regulación y control social para el uso responsable del espectro radioeléctrico, se han constituido algunos Comités de Usuarios y Usuarias para instar al respeto por el cumplimiento de la norma constitucional, la Ley de Responsabilidad en Radio y Televisión (RESORTE), la Ley de Protección de Niños, Niñas y Adolescentes (LOPNNA), frente a quienes han ostentado el monopolio de los medios de comunicación, que a su vez son grandes corporaciones económicas que solo representan sus intereses de clase y por ende bombardean comunicacionalmente con la cultura violenta, sexista, racista, consumista; en síntesis, alienadora que ha tipificado a estos medios históricamente. Sumado a esto, hoy más que nunca, el derecho a la Comunicación surge como imperativo en forma progresiva, en la medida que los propietarios de medios comerciales se han convertido en operadores de propaganda política y de guerra en las coyunturas del Golpe de Estado del año 2002 y el Intento de Golpe Suave y Continuado que está en proceso en la actualidad.
El surgimiento de Medios Alternativos y Comunitarios en Venezuela como instrumentos de apropiación de la Comunicación en manos del pueblo, luego de la aprobación del Reglamento de Radiodifusión Sonora y Televisoras Abiertas Comunitarias de Servicio Público Sin Fines de Lucro (2002), ha sido un proceso lento, laborioso y con muchos tropiezos. La descolonización cultural no es fácil, cuando se ha naturalizado en la conciencia colectiva la visión de tratar a la comunicación como a una mercancía. En este sentido, la comunicación no puede ser cosa de pocos, o iniciativas centradas en las oportunidades que pueda ofrecer el mercado para su impulso y sostenimiento. Los desarrollos locales deben asumir la comunicación en su seno como prioridad, y disponer de esfuerzo, tiempo y recursos para generarla y fortalecerla, pues la integración de las comunidades y la formación de conciencia ciudadana depende de la formación de espacios comunicacionales y medios que contribuyan al reconocimiento y desarrollo de una cultura propia, en función de las historias locales y potencialidades del territorio geográfico, ambiental y social como ámbitos de convivencia y consolidación de planes para habitarlos en armonía con la naturaleza y los seres humanos.
La responsabilidad de gestionar un medio comunitario o alternativo, hasta ahora, ha sido cosa de la gente, y quienes aspiran a ello, deben cumplir una serie de pasos y requisitos en lo social, lo económico, lo técnico y lo legal, para lo cual, el Estado a través de los órganos competentes presta un acompañamiento técnico y financiero puntual, según sea el caso. La garantía de generar procesos formativos, de incorporación progresiva de los ciudadanos y ciudadanas, así como de las organizaciones comunitarias que hacen vida en el área geográfica de cobertura en la construcción de la comunicación, así como la producción de contenidos pertinentes a las necesidades locales, es un proceso que ha correspondido al colectivo que ha asumido la lucha por la consolidación de estos espacios comunicacionales del pueblo.
Es una lucha compleja cuando se avanza en la constitución de nuevos referentes y se parte del reconocimiento de la historia local, siempre invisibilizada y negada por más de 500 años de exclusión, cuyos orígenes siempre los encontramos en diversidad de manifestaciones y actividades de resistencia cultural, autogestionarias, que se han mantenido de generación en generación, por vía de la tradición oral. De allí que, siempre han pervivido iniciativas desde las comunidades por valorar y reconocer saberes y haceres, que son acervo y pertenencia de los pueblos como elementos fundamentales para la reflexión y acción, como aprendizajes que nutren la expresión libre y las identidades colectivas, cuya presencia en los medios se va constituyendo en fundamento. Por ello, hablamos de complejidad, partir de este reconocimiento, implica procesos diversos, de diálogo permanente en las comunidades, de sistematización de las experiencias locales, de discurrir con lo propio y lo global para encontrar los contenidos de la comunicación y desarrollar el lenguaje popular en los códigos de expresión sonora, audiovisual, visual, escrito propios de los medios comunicacionales que ensayamos.
La sostenibilidad de los MAC1 está sujeta al trabajo voluntarioso de militantes de la comunicación popular que van entregando su tiempo y postergando sus necesidades materiales como sacrificio, para así evitar someterse a esquemas publicitarios para el pago del personal (fundamentalmente operadores) y la adquisición y mantenimiento de equipos e infraestructura. Esto implica entrar en las dinámicas del mercado (venta de cuñas y patrocinios), para lo cual hay dos opciones: las empresas capitalistas por un lado, o las instituciones del Estado.
En el primer caso, son muy escasos los negocios que aportan a los Medios Comunitarios y Alternativos, por razones de principios diversas: “porque tienen la percepción que son medios Chavistas” y como regla general los dueños del negocio suelen ser de Oposición, o “porque los programas no responden al formato de las radios comerciales como aparatos de propaganda dentro una cultura comercial-masiva” . En el caso de las instituciones del Estado, por lo general, suceden dos situaciones: “las instituciones quieren les colaboren gratis con las promociones, porque la radio comunitaria no es para hacer 'negocio' “, o si no: “requieren para contratar de documentaciones propias de Empresas de Prestación de Servicios Privadas (Registro Nacional de Contratistas, Seniat, Islr, Iva...etc)”. Los Medios Comunitarios han ensayado diversas formas de autogestión, desde hacer eventos pro-fondos, recibir aportes solidarios de los productores y productoras, montar un carrito de perro calientes, prestar servicios de sonido, etc... También hay casos, que entran en un letargo, solo activan algunas horas en la semana para la producción de contenidos y programas al aire en vivo y dejan en piloto automático la transmisión el resto del tiempo por no contar con el personal suficiente y voluntario para el montaje de las guardias. Cada MAC tiene una realidad específica de acuerdo a la región geográfica donde se encuentra, y los procesos de gestión que haya realizado en el tiempo, van armando el equipo humano que garantiza el trabajo del día a día.
Hasta aquí, viendo la Comunicación dentro del sistema económico Capitalista, vemos a las grandes Empresas de Capital que financian sus aparatos de Propaganda, generando una cultura para el consumo, las industrias culturales, los artistas que van de la mano publicitando todo lo que producen sus patrones: productos, telenovelas, promociones, PUBLICIDAD. Los Medios de Comunicación del Estado por otra parte, son financiados con presupuestos asignados y con los aportes que le dan las Empresas del Estado.
Hoy día, comienza a dibujarse una nueva perspectiva para el futuro de los MAC. Por un lado, vamos hacia la Constitución del Estado Comunal y habrá que prever los fondos que las empresas de producción social en cada territorio puedan aportar en un futuro al sostenimiento de los MAC, a la vez que, la nueva cultura y conciencia local y global pueda expresarse desde lo nuestro, desplazando la hegemonía capitalista por la del pueblo que construye su propia historia.
Sin embargo, hay peligros inminentes ante el sistemático ataque que ensaya el imperio y sus aliados locales de la burguesía de extrema derecha, quienes intoxican culturalmente las mentes de nuestra población, provocando modificaciones en el comportamiento y la forma de percibir la vida y la “crisis”.
Las percepciones están siendo inoculadas en forma cotidiana en la psiquis de los vecinos y vecinas, como por ejemplo, la percepción del “hambre”: en forma reiterativa vemos a periodistas, programas y promociones que asocian el problema de la “escasez de oferta” de algunos productos alimenticios con una “crisis de hambre” como ha sucedido en otros países, en los cuales, hubo procesos hiperinflacionarios que significaron la imposibilidad generalizada en amplios sectores de la población (tanto de la clase baja como de las clase media), de tener acceso a los alimentos básicos (aunque los anaqueles estuvieran repletos de ellos), por falta de dinero. Hoy día, en Venezuela no hay hambre, sin embargo, los medios de comunicación comerciales y de oposición política al gobierno Chavista y los medios de comunicación operados por el gran capital internacional (de EE.UU y Europa), han propagado la idea que hay “hambre” en Venezuela por culpa del Chavismo, representado hoy día por el presidente Nicolás Maduro. También , en forma más sutil, en programas de corte cultural y recreativo como el que dirige Valentina Quintero en Unión Radio, se promueve el odio por los espacios culturales e históricos en la Capital de Venezuela y se destacan centros históricos en el Municipio Valencia (hoy día gobernado por la Oposición) en el Estado Carabobo (Bolivariano y Chavista), destacando la importancia del prócer de la Independencia Venezolana José Antonio Páez, quien promulgara la primera Constitución de Venezuela. Valentina Quintero cuenta esta historia, afirmando enfáticamente que fue una Constitución “profundamente antibolivariana”, haciendo analogías con la historia reciente y la influencia “negativa” del líder de la Revolución Bolivariana Hugo Chávez en el pueblo de Venezuela. Este es su pequeño aporte para contribuir al “clima mediático de oposición”, donde cada periodista de acuerdo al perfil de su programa contribuye a sembrar malestar en la población y a predisponer a sus “oyentes” contra el origen de todos los males: el Chavismo y su perpetuación en el gobierno. Otro tanto hace el locutor César Miguel Rondón, quien junto a un equipo de producción (Investigadora, Actores, Editores de Sonido, etc) prepara un programa de Historia de Venezuela en Unión Radio, haciendo alusión a Cipriano Castro, quien evitara una invasión a Venezuela, dándole poderes especiales a un embajador norteamericano que logró negociar con los países Europeos la deuda de Venezuela. El énfasis que allí coloca, es la necesidad de que alguien externo interceda, para dar solución a los conflictos con otros países. Al escuchar el programa y la forma como está escrito el guión, es obvio que hace un paralelismo con la actualidad. El gobierno de Venezuela se opone al “intervencionismo” extranjero y la oposición a diario lo solicita. La manipulación del sentido está en que hoy día no tenemos una deuda con los EE.UU, pero igual quieren “intervenir” en los asuntos internos del país. Hoy día no estamos atados a las condiciones del Fondo Monetario Internacional (FMI) como hace 25 años, cuando el Presidente Carlos Andrés Pérez firmó la Carta de Intención con este ente financiero provocando la crisis, y esa sí fue una crisis, que dio origen al Sacudón el 27-02-1989 y posterior caída de CAP y del bipartidismo AD-COPEI que mantuvo a Venezuela durante 40 años, bajo una política económica de sumisión al mandato del Imperialismo Norteamericano.
En las protestas violentas que promueve la extrema derecha en Venezuela, conocidas como “guarimbas” vemos como discurso el tema del hambre y del antichavismo, y en vez de ser los sectores populares más empobrecidos los que protestan, son las clases media y alta que lo hacen en las Urbanizaciones del Este, con el apoyo de los Alcaldes de oposición que representan a esta clase social, propietaria de comercios, importadoras y medios de producción que a su vez, contribuyen con el sabotaje económico, acaparando productos para especular vendiéndolos más caros, y desviando productos hacia la hermana República de Colombia, etc. La campaña mediática ha logrado influir en gran medida a ciudadanos y ciudadanas, que siendo de sectores populares, reproducen el mismo discurso mediático en forma acrítica y son estimulados a incorporarse a iniciativas de la sociedad civil bajo ofertas de mejorías en su status de vida y estímulos puntuales para acceder a recursos que la oligarquía venezolana con apoyo de fondos internacionales ha dispuesto para este fin.
Si los medios de comunicación fueran administrados por colectivos organizados de las comunidades, podríamos ver otras expresiones de la comunicación, tanto en las comunidades populares como de clase media, que en lugar de seguir el libreto escrito fuera de Venezuela con intereses bélicos y de intervencionismo, podrían estar participando en la creación de su propia producción comunicacional: protagonizar películas propias, hechas en la comunidad, talleres de formación en el área de la educomunicación y percepción crítica de los productos comunicacionales, producción radial, de prensa escrita, televisiva, talleres culturales como forma de resistencia cultural, siempre como activadores de los poderes creadores del pueblo y no como consumidores pasivos y alienados, controlados por la cultura invasora.
En este sentido, es imperativo la aceleración de los procesos de construcción de la ofensiva comunicacional-cultural en manos del pueblo para la seguridad y defensa de nuestro proceso de desarrollo hacia el Estado Comunal, implica reflexionar hacia adentro nuevas estrategias y precisar fallas que tal vez no las veíamos por estar imbuidos en ese modelo del pensamiento liberal burgués cuya cultura del individualismo ha estimulado la privatización de todo lo necesario para la vida: le ha ido robando a los seres humanos a escala mundial, sus derechos fundamentales: a la educación, a la salud, al trabajo, a la identidad, a la vida. El derecho a la comunicación del pueblo en esta batalla, cada vez más urgente, se visualizó en el II Encuentro Nacional de Medios Alternativos y Comunitarios para la Comunicación Popular realizado en Enero de 2014, como una necesidad fundamental para evitar la destrucción progresiva de la conciencia del pueblo venezolano y el impacto desmovilizador que han ido generando los grandes Medios de Comunicación Social, donde el ciudadano o ciudadana común no participa ni en su gestión, operación, producción de contenidos y difusión. La ciudadanía es Objeto de la Comunicación pero no Sujeto de la Comunicación. En este sentido, impulsando el enfoque educativo liberador para la transformación social, con la premisa de Pueblo Comunicador, surge esta propuesta que da elementos importantes para que pueblo y gobierno, reflexionen y planifiquen bien los próximos pasos a realizar:
Que en el marco del lanzamiento de la Misión Comunicación, el Estado reconozca a la Comunicación como un derecho humano fundamental, obligatorio, laico, y de carácter gratuito, lo cual, implica que el Estado debe ser garante de ello“II Encuentro de la Comunicación Popular”, realizado en el Centro de formación “Simón Rodríguez” y organizado por el MPPCI y CONATEL, San Antonio de los Altos, los días 17, 18 y 19 de Enero de 2014.
Impulsada en un primer momento por colectivos de comunicación comunitaria y alternativa del Consejo de Medios Comunitarios de Miranda, esta idea, fue apoyada por todos los voceros y voceras de los MAC a nivel Nacional presentes, durante la realización de las 18 mesas de trabajo que luego sistematizaron y coincidieron en declarar como punto de partida a la Comunicación como un derecho humano fundamental, frente a las concepciones mercantilistas que defienden la sustentabilidad económica de los MAC en el “libre mercado”.
Esta es la clave para entender todo un proceso vivido en la lucha por impulsar la comunicación popular, descubierta entre más de 500 voceros y voceras de colectivos de comunicación comunitaria y alternativa que hacen vida a lo largo del territorio nacional. Su comprensión, servirá de punto de partida para el avance progresivo hacia el goce pleno de la vida en comunidad, como iguales. Entonces, la Libertad de Expresión podrá ejercerse plenamente, cuando los Medios sean Libres y sean del Pueblo.
Al revisar la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela y otros instrumentos jurídicos encontramos las razones que llevan a plantear esta certeza en el seno de los movimientos sociales que impulsan la comunicación popular, pues pareciera que hemos estado en un callejón sin salida, y quienes nos negamos sistemáticamente a caer en la trampa de tratar el tema comunicacional como mercancía, soñamos con que algún día podamos hablar de hegemonías comunicacionales en manos del pueblo y no del proceso de anarquización y uso irresponsable del espectro radioeléctrico que amenaza a las posibilidades que venimos identificando. En este sentido, preocupa y no parece casual, la instalación de múltiples emisoras de radiodifusión bajo el disfraz de comunitarias, sin acatar la normativa legal existente2 ni articular con el ente rector en el área de las Telecomunicaciones CONATEL (Comisión Nacional de Telecomunicaciones), lo cual ocasiona interferencias en las estaciones al aire, satura la ocupación del espectro radioeléctrico que es finito y lo que es más grave, contribuye a debilitar la conciencia en el pueblo de lo que es comunitario haciendo uso y explotación del espectro con fines comerciales. En este sentido, hay variantes dentro de estas estaciones de radiodifusión ilegales: unas son financiadas por autoridades locales a nivel municipal y regional haciendo uso de las emisiones para posicionar algunas figuras políticas, otras solo hacen negocio con fines particulares y se dedican a la publicidad y replicación de la cultura dominante, otras se dedican a la realización de proselitismo religioso en beneficio de alguna iglesia, y recientemente vemos con preocupación a particulares que amparados bajo la protección de funcionarios de organismos de seguridad, aseguran ser impunes estableciendo el control y uso de frecuencias con fines privados, contribuyendo a desdibujar los avances logrados en la construcción de la comunicación comunitaria y alternativa por los colectivos de comunicación que luchan día a día por el acceso y uso del espectro radioeléctrico como pueblo organizado, en consecuencia, el monopolio cultural se impone y el Capitalismo Neoliberal se ve fortalecido.
Frente a este panorama desesperanzador, emergen poderosas fuerzas renovadoras desde los sectores populares y a nivel intrainstitucional en el gobierno de la revolución bolivariana, apoyados en el discurso histórico que diera el Presidente Hugo Chávez en su primera sesión con los Ministros luego de ser electo democráticamente nuevamente en el año 2012, y que quedara expresado en el documento “Golpe de Timón” (20-10-2012), el cual insta a la creación del Estado Comunal y a una rectificación profunda de las instituciones para contribuir a ello. Luego de su lamentable fallecimiento, el 05 de Marzo de 2013, en menos de un mes el pueblo de Venezuela, sancionó la continuidad de este proyecto histórico eligiendo a Nicolás Maduro , quien responsablemente asumió la ejecución del Plan de la Patria 2013-2019 como testamento político elaborado por el comandante Hugo Chávez y hoy día, pese a los esfuerzos de la extrema derecha con apoyo del gobierno de los EE.UU por derrocar al gobierno bolivariano, se están tomando las acciones para avanzar en los objetivos históricos planteados, en defensa de la Independencia, la Soberanía, la Patria Socialista, el polo de Poder Latinoamericano en un mundo multipolar y el Humanismo Ecologista en función de salvar al Planeta y la especie humana. Esta direccionalidad obliga a repensar cual es la Comunicación Social y Popular que estamos necesitando. El encuentro de Comuneros y Comuneras3 organizado por el Ministerio del Poder Popular para las Comunas (2013), fue un indicador del interés por avanzar juntos y juntas en la transición hacia el Estado Comunal y allí se discutió colectivamente en mesas de trabajo las acciones a seguir, en la consolidación del poder popular, y como eje central, la necesidad de avanzar en el fortalecimiento de la comunicación popular a través de la promoción de espacios formativos del pueblo para la incorporación progresiva de la comunidad organizada y ciudadanos y ciudadanas como sujetos de la comunicación, así como, la transferencia de las tecnologías necesarias para este fin.
En este sentido, el reconocimiento de cada medio de comunicación alternativo y comunitario como una escuela permanente de formación para la comunicación popular, centrada en la experiencia del aprender haciendo en vínculo con las necesidades y potencialidades de las comunidades, permitiría apalancar a la comunicación como un eje fundamental para los desarrollos comunales a lo largo y ancho de la nación Venezolana.
Todos los espacios de participación ciudadana son espacios de comunicación donde el sujeto pueblo se va forjando, y deben a su vez, ser comunicados socialmente en forma oportuna y permanente.
Las Escuelas deben estrechar acciones en forma orgánica con los MAC4 para la constitución de espacios de interaprendizaje y de lectura y producción de contenidos multimediáticos para la comprensión crítica de la realidad y para la socialización de los saberes e identidades locales, a fin de contribuir a los procesos de integración comunitaria, necesarios para el ejercicio del diálogo enriquecedor, que potencia la participación protagónica y corresponsable desde edades tempranas en asuntos comunes de la población y en el cultivo del amor a la paz, a la solidaridad y a la convivencia con equidad y justicia.
A nivel de la Educación Universitaria, en el marco de la celebración de los Seminarios sobre Comunicación y Cultura de la Violencia y Familia y Cultura de Paz (marzo de 2014), queremos aportar a la transformación universitaria una primera reflexión que encamine a la formación de Licenciados y Licenciadas en Comunicación, hacia nuevas posibilidades para un ejercicio digno y desalienado de la profesión. Siendo la Educación y el Trabajo los procesos fundamentales para el desarrollo de la nación, hay que implementar planes intersectoriales y estratégicos que puedan garantizar el derecho al primer empleo de los 11.000 Comunicadores y Comunicadoras Sociales que se forman a nivel Universitario a través del Programa Nacional de Formación de Grado en Comunicación Social de la Universidad Bolivariana de Venezuela, en función de este nuevo paradigma de la Comunicación para la Vida, incorporándolos e incorporándolas al ejercicio de la Comunicación Popular con pertinencia social, a estas experiencias locales de aprendizaje de los MAC, al servicio de la conformación de Medios Comunales para los Desarrollos Locales.
Es un sueño posible que requiere de mucha voluntad, aguante y decisiones políticas del más alto nivel en el poder constituido y en el poder constituyente también. ¡¡Vamos!!, dejemos de ser pendejos y abracemos la historia, que el futuro es nuestro.
1MAC = Medios Alternativos y Comunitarios.
2Constitución de la República Bolivariana de Venezuela (1999), Ley Orgánica de Telecomunicaciones, (2000) Reglamento de Radiodifusión Sonora y Televisión Abierta Comunitarias de Servicio Público Sin Fines de lucro (2002).
3Encuentro Nacional de Comuneros y Comuneras, Mesas de Trabajo, Sede de la UBV, Caracas, , Dic-2013.
4Ley Orgánica de Educación (2009).



http://www.aporrea.org/medios/a186732.html

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