Caracas, 04 Abr. AVN.- "Me gustaría que ese día (de mi muerte) digan que Martin Luther King Jr. fue alguien que trató de dar su vida al servicio de los demás, yo quiero que sean capaces de decir que traté de dar de comer al hambriento y que intenté servir a la humanidad".
Las palabras pronunciadas durante el último sermón en la iglesia bautista que dirigía el líder de los derechos civiles de las personas afroamericanas en Estados Unidos removió el dolor de los más de 300.000 ciudadanos que seguían las dos mulas que cargaban el ataúd, el 9 de abril de 1968, con los restos mortales del reverendo Luther King por las calles de Atlanta, su lugar de nacimiento.
Cinco días antes, el 4 de abril de 1968, el defensor de los derechos afroamericanos y líder del movimiento antibelicista en EEUU recibió un disparo en el cuello de un rifle automático accionado desde la ventana de una pensión frente a la habitación 306 del Hotel Lorraine, en la ciudad de Memphis, Tenesse, lugar donde se hospedaba el líder norteamericano.
Luther King se encontraba en Memphis apoyando a los recogedores de basura, quienes se habían declarado en huelga para solicitar aumento de sueldo y mejores condiciones de trabajo que le garantizaran la vida.
El fatal hecho ocurrió a las 6:01 de la tarde. El defensor de los oprimidos fue trasladado inmediatamente al St. Joseph Hospital, donde perdió la vida cuatro minutos después.
"Recibió un balazo en la parte derecha del cuello. Los médicos hicieron todo lo humanamente posible. No puedo decirles quién atendió a King, pero fue más de un médico", declaró en esa oportunidad Paul Hess, viceadministrador del hospital.
Respecto a su muerte, el biógrafo y autor del libro The King Years, Taylor Branch, indicó que la autopsia de Luther King reveló que si bien él tenía 39 años de edad al momento de su asesinato, su corazón era el de una persona de 60 años, evidenciando con ello el estrés que soportó durante 13 años en el movimiento de derechos civiles.
La repentina muerte Luther King dejó una estela de conmoción nacional. Tras lo actos fúnebres, se dio paso a una ola de huelgas en más de 100 ciudades de Estados Unidos. El pueblo de color, enardecido y triste, defendió el pensamiento de su líder y dio un mensaje al mundo de la fuerza y el poder de acción que les había delegado.
Conspiración del FBI y la CIA
El rifle automático que acabó con la vida de Luther King fue accionado por James Earl Ray, capturado dos meses después en el Aeropuerto Heathrow de Londres mientras intentaba partir del Reino Unido con un pasaporte canadiense falso. Fue rápidamente extraditado a Estados Unidos y acusado del homicidio, confesando el asesinato el 10 de marzo de 1969. Posteriormente fue sentenciado a 99 años de prisión. Murió en 1998.
Sin embargo, lo que pareció un asesinato orquestado por Ray resultó ser parte de una conspiración para detener el movimiento que luchaba contra el racismo, en especial de los afroestadounidenses en Estados Unidos, e impedir que el liderazgo de Luther King se fortaleciese.
Así lo demostró el abogado William Pepper, defensor y amigo de Luther King, quien refutó el móvil del hecho y dedicó 10 años de su vida a investigar y documentar la conspiración en contra de su amigo.
En 1988, Pepper decidió representar ante la justicia a Ray para apelar la sentencia que lo condenaba a 99 años de cárcel; aunque no lo logró antes de su muerte, consiguió construir una minuciosa acusación contra quienes estarían detrás del asesinato, detalles que fueron difundidos a través del libro Un acto de Estado. La ejecución de Martin Luther King.
En 1999, 70 testigos expusieron ante la justicia detalles de la conspiración para asesinar a Luther King en la que estaban implicados J. Edgar Hoover, agente del Buró Federal de Investigaciones (FBI, por sus siglas en inglés); Richard Helms, de la Agencia Central de Inteligencia (CIA, por sus siglas en inglés); miembros del Departamento de Defensa estadounidense, de la policía local de Memphis; y figuras destacadas del crimen organizado de la referida ciudad y de Nueva Orleans.
A partir de los esfuerzos de Pepper, el jurado dictaminó a favor de la familia de Luther King, demostrando como Estados Unidos acabó desde la raíz con un movimiento social que crecía bajo el pensamiento de Martin Luther King, un pastor bautista que se rebeló en contra del racismo en su país, partiendo en dos la historia estadounidense.
Coretta Scott King, viuda de Luther King, dijo que finalmente se han aclarado las circunstancias de la muerte de su esposo y se ha rasgado el velo de imposturas y mentiras que rodearon el enjuiciamiento de su asesinato.
Gesta de Luther King
Su gesta, que le concedió el Premio Nobel de la Paz en 1964, se hizo evidente en los años 50, cuando en Estados Unidos se profundizaba la aplicación de leyes discriminatorias que prohibían los matrimonios, e incluso relaciones sexuales, entre blancos y negros. Además impedía a los afroestadounidenses asistir a las mismas escuelas, hospitales, clubes, restaurantes, hoteles, cafeterías, iglesias y otros centros sociales que los blancos.
El ejercicio del extraordinario liderazgo de Luther King logró hacerle frente a las clases dominantes blancas que se resistían a eliminar la herencia racista y opresora de la sociedad esclavista, que consideraba a las personas de color como seres sin derechos, inferiores y menos inteligentes.
46 años después, el mundo entero recuerda su palabra, pensamiento y ejemplo que ilumina y guía la lucha de los pueblos que aún en el siglo XXI son oprimidos y vulnerados bajo gobiernos capitalistas.
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