Todos los medios de comunicación tradicionales atraviesan hoy profundos procesos de transformación causados por los cambios en los hábitos de consumo cultural de las audiencias y de la masificación del uso de Internet y su creciente ancho de banda. “Hoy las radios tienen que pensar su dimensión digital, su oferta mobile , sus aplicaciones, su presencia en las redes sociales y, por lo tanto, su producción de contenidos trasciende el sonido para integrarse con el mundo multimedia”, explica María José Müller, profesora e investigadora especializada en radio de la Universidad Austral, donde coordina el posgrado en Gestión de Contenidos de Radio.
¿Cómo ves a la radio hoy en términos tecnológicos, regulatorios, de contenidos, de viabilidad económico-financiera, etc? La radio hoy está viviendo un proceso de transformación producto de la revolución digital, que la ha obligado, una vez más, a repensarse. Primero, a partir del streaming pero hoy, sobre todo, con la complementariedad entre los contenidos de la radio tradicional y los de la radio online y digital. Además, cambió mucho el consumo a partir de la radio multiplataforma (se escucha en los teléfonos, la PC, ipod, mp4, etc.), se diversificó la oferta y estos cambios impactaron en la producción de contenidos. Hoy, las radios tienen que pensar su “dimensión digital”, su oferta mobile, sus aplicaciones, su presencia en las redes sociales y, por lo tanto, su producción de contenidos trasciende el sonido para integrarse con el mundo multimedia. La radio hoy ya no es el medio tradicional que empezó sus transmisiones regulares en 1920 de manera casi simultánea en el mundo entero. Es sonido como contenido central, integrado con imágenes, videos, redes sociales. La radio hoy también avanza hacia la radio “on demand”, que no sólo ofrece el menú del día, el que se consume en tiempo real y cronológico, sino el menú “a la carta”, con un consumo atemporal, donde el usuario decide qué, cuándo y cómo. Las páginas web de las emisoras están más cerca de ser portales de contenidos que una plataforma para la difusión de la radio tradicional. El gran debate, que algunos consideran que no tiene sentido plantear en este contexto, es cómo distinguir qué es radio de lo que no lo es. Yo soy de las que cree que no tiene sentido estudiar la diferenciación entre dónde sigue estando el medio tradicional y dónde no sino que hay que asumir los cambios y hacerlos propios sin pretender definiciones que quizá hoy no son necesarias. Algo parecido ocurrió con la evolución de la FM. Muchas nacieron con la idea de especializarse en un formato musical y lo consiguieron parcialmente, porque con el tiempo se vieron en la necesidad de sumar programas para tener mejores resultados en las mediciones. Por eso, desde hace algunos años las FM más escuchadas tienen magacines en horarios centrales y figuras públicas como conductores, muchos conocidos por sus trabajos en la TV. La oferta de la radio hoy muestra bastante homogeneidad entre la propuesta de FM y la de AM. Si bien la estética, la preocupación artística, la impronta informativa o musical, según sea el caso, las sigue diferenciando, se impone un tipo de radio de perfil generalista (variedad de temas y voces) que, en el caso de la FM, se distingue, además, por completar su estilo a partir de un género musical determinado (rock, pop, electrónico, latino, etc.)
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