El país viene sufriendo desde décadas atrás un fenómeno de descomposición social causado por las infiltraciones del narcotráfico y el paramilitarismo en toda la sociedad, en las instituciones democráticas debidamente constituidas y más aún al interior de las fuerzas armadas; constituyendo esta circunstancia en el principal alimento para el conflicto armado interno que vive el país.
Por tal motivo nos hemos reunido miembros de las fuerzas armadas tanto activos como en uso de buen retiro y situación de reserva, y siendo totalmente conscientes de nuestra vocación de servicio desde la clandestinidad que nos protege tanto hacia el interior como al exterior de nuestras fuerzas armadas; hemos decidido tomar una actitud valerosa para denunciar a la prensa y a la opinión pública del país en general que al interior de las organizaciones de seguridad del estado existen personajes de todos los grados y de todos los cargos que aliados, azuzados y amparados por el partido “centro democrático” en contubernio con asociaciones de reservas activas andan generando en los cuarteles, sitios de esparcimiento y diferentes espacios de la fuerza pública reuniones secretas en las cuales se demarcan y estudian diferentes maniobras de desestabilización institucional mientras avanzan ejecutando diferentes campañas de rumores tendenciosos y desesperanzadores acerca del futuro de nuestras fuerzas, paralelamente a eso y en detrimento de la legitimidad de la fuerza pública andan estructurando la reorganización de todas las estructuras narcoparamilitares bajo un solo mando unificado con el fin de iniciar el acoso, la guerra sucia y la persecución de todas las fuerzas cívicas que hoy le apuestan a construir una Colombia distinta.
Dichos movimientos extraños dentro de nuestras filas hacen parte de una campaña de operaciones sicológicas de gran magnitud financiada por el narcoparamilitarismo y diferentes sectores económicos que en un pasado utilizaron a la fuerza pública para sus fines inconstitucionales y que ahora pretenden amilanar la voluntad y la moral de las instituciones castrenses para postrarla a intereses mezquinos de quienes en nombre de un nuevo gobierno de “regeneración institucional” y de “transición democrática” quieren prolongar el conflicto armado interno como aves de mal agüero intentando menoscabar la moral y el prestigio de las tropas sembrando desazón, división, temores y desmoralización cizañosa con el fin de crear una mentalidad derrotista sobre el alcance de nuestras misiones constitucionales para así romper nuestra cohesión y desvirtuar con maridajes politiqueros nuestro fin institucional máximo que es alcanzar la paz por la vía que sea necesaria.
Próximamente emitiremos comunicados en los cuales daremos nombres propios y pruebas de todos los apátridas, inmorales, ambiciosos y desleales que apoyan dicho monstruo contra la democracia y que lo afirman desde el mismo estado intentando echar por la borda una esperanza de paz atentando permanentemente contra toda expresión social del pueblo que clame por ella; y que son más culpables y más asesinos que quienes se han lucrado del conflicto armado interno, por cuanto han hecho juramentos de ser leales a la constitución, a la ley, al orden, han jurado defender a la patria y servir a la ciudadanía pero los han violado; convirtiéndose en sicarios morales de inermes colombianos, han traicionado el honor de nuestras instituciones enlodando todas las tradiciones que se nos inculcan en las escuelas de formación al vender sus conciencias por degradantes promesas de lisonjas burocráticas y en el peor de los casos por unos míseros billetes llenos de sangre sirviendo como títeres de una clase apátrida carente de legitimidad y por su supuesto de patriotismo que ha mancillado la legitimidad de las fuerzas armadas usándolas como paraguas de sus mezquinos intereses situación que va en contra nuestros conciudadanos y del estado social de derecho al cual nos debemos y nos consagramos y cuyo fin esencial es la construcción de la paz.
Así mismo como hemos cumplido con el deber de defender la institucionalidad buscando la paz a lo largo de la historia estando en función para la guerra y no por la guerra, con la misma claridad y vocación patria tampoco nos temblara la mano para señalar y denunciar a nadie, sea el grado y cargo que sea que esté intentando CONSPIRAR no solo contra la patria, contra el orden, contra la democracia, contra la estabilidad de las instituciones legítimas, sino también contra la esperanza popular de ver por fin una paz estable y duradera apoyando a sectores criminales y retardatarios; ya que nos hemos convencido que solamente mediante la depuración de nuestras instituciones por nosotros mismos, se puede lograr acabar con la influencia y manipulación de sectores criminales, decadentes, oscurantistas e ilegítimos que tanto daño han hecho a las fuerzas armadas y al país intentando prolongar un conflicto estéril del cual no solo se benefician ellos sino sus adalides transnacionales en detrimento de unas mayorías excluidas y vulneradas.
No se puede seguir en la actual situación en la cual la mitad de nosotros persigue a los criminales e ilegales cumpliendo con la constitución mientras la otra mitad los protege, les escucha y los incuba desde nuestra filas alcahueteados por unos cuantos delincuentes de la "crema y nata" que gozando de los gajes que la democracia colombiana les confiere se benefician del desangre patrio manipulando antipatrióticamente a las fuerzas armadas, mientras al mejor estilo de Judas Iscariote con su doble moral fungen como adalides de la libertad y el orden que hemos jurado defender.
¡NUESTRA ACCION ES EL SILENCIO SIN DESMAYO POR LA NACION!
POR UNAS FUERZAS ARMADAS DIGNAS
¡PATRIA, HONOR, DEBER!.
No hay comentarios:
Publicar un comentario