Los
países de América Latina incrementaron sus salarios en los últimos 10
años y con ello elevaron la calidad de vida de millones de ciudadanos,
incluso la de la población con menos recursos.
Actualmente, Latinoamérica registra una
significativa reducción de la pobreza, la cual ha sido reconocida por
organismos internacionales como la FAO (Organización de las Naciones
Unidas para la Alimentación y la Agricultura) e instituciones
financieras como el Banco Mundial, que admite que en el continente hay
mayores oportunidades de ingresos.
En su informe de la serie Pobreza y
emplo (I), el Banco Mundial reconoce que en América Latina, incluso el
40 por ciento de la población considerada más pobre, dejaron atrás esa
condición de vida gracias las políticas económicas para incrementar los
salarios en la región. Aunque asegura que el fenómeno de crecimiento no
significó más oportunidades de trabajo en la región, elogia la capacidad
de mantener altos ingresos laborales para avanzar en la reducción de la
pobreza.
“El aumento en los ingresos laborales
era el mayor motor para la reducción de la pobreza”, explica Louise
Cord, gerente para América Latina y el Caribe de la Práctica Global de
Pobreza del Banco Mundial. El estudio destaca, en este sentido, que la
pobreza en América Latina y el Caribe disminuyó a 24,3 por ciento en
2013, mientras que la pobreza extrema (2,50 dólares por día) se redujo
del 12,2 por ciento al 11,5 ciento ese año. El Programa de Naciones
Unidas para el Desarrollo (PNUD), reconoció a la región en 2014 por
reducir la pobreza y la brecha de desigualdad del ingreso en 16 de 17
países latinoamericanos.
De acuerdo con PNUD, esto se tradujo en
reducción de las diferencias salariales entre los trabajadores con
título universitario y los que no egresaron de una universidad, al
contrario de Estados Unidos, donde esa disparidad en la educación
aumentó en los últimos años.
América Latina también es el líder
mundial en programas sociales destinados a personas que aún viven en la
pobreza, a fin de garantizar su acceso a la educación, atención médica y
servicios básicos. Las ayudas representan casi un tercio de la
disminución de la desigualdad y promueven la disminución e la pobreza en
18 naciones de la región, al beneficiar a más de 113 millones de
personas.
Venezuela, Argentina y Bolivia han
progresado a la par de otras naciones en vías de desarrollo con menor
índice de pobreza en la región. Este lunes, la FAO otorgó un reconocimiento a ambos países por sus avances en la lucha contra el hambre mediante políticas de equidad en la distribución del ingreso.
Telesur
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