El legítimo y democrático presidente de la hermana República del Paraguay, Fernando Lugo, mandó al mismísimo carajo al traidor Federico Franco, quien venía saboteando su gestión desde hace meses en el cargo de vicepresidente, como respuesta al ahora gobernante de facto, quien solicitaba su ayuda para interceder ante los primeros mandatarios de UNASUR, MERCOSUR y CELAC, dado el rechazo unánime de los respectivos gobiernos que integran estos organismos regionales.
A lo interno, mientras el presidente Lugo se encuentra en su casa rodeado por fuerzas militares, los sindicatos, partidos de izquierda y movimientos sociales de campesinos, intelectuales, artistas y estudiantes, se aprestan a conformar en lo inmediato un frente en defensa de la democracia y de esta forma emprender la resistencia popular contra el golpe de Estado parlamentario, que impuso un gobierno que consideran abiertamente de derecha y que da pie a instaurar de nuevo la dictadura en Paraguay.
Por cierto, en entrevista de Telesur con el nuevo “Canciller” paraguayo, éste se desenmascaró vilmente señalando que el verdadero motivo del juicio político contra el presidente Lugo fue el “cada vez menor apoyo que tiene Lugo del pueblo paraguayo”, sin mencionar el argumento oficial esgrimido por el Congreso para emprender tal juicio, como lo fue el supuesto “mal desempeño de sus funciones”.
Mientras, a lo externo, el gobierno de facto de Federico Franco ha recibido la bendición del Gobierno de los EEUU y del Vaticano, además de varios gobiernos neoliberales de Europa. Sin embargo, los países vecinos Brasil, Uruguay y Argentina son muy enérgicos en su rechazo, proponiendo en la agenda de MERCOSUR, próximo a reunirse en Mendoza, Argentina, estudiar la decisión de expulsar a Paraguay de su seno, tomando en cuenta lo establecido en su reglamentación interna, así como cerrar las respectivas fronteras de intercambio comercial; donde por cierto Fernando Lugo asistirá aún hoy Presidente pro-témpore de MERCOSUR por expresa invitación de la presidenta Cristina Fernández.
Lo mismo ocurrirá en la reunión de UNASUR mañana en Lima, donde coincidirán todos los mandatarios de este órgano subcontinental, incluyendo el presidente Lugo, para tomar la decisión similar de expulsar a Paraguay de su seno
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