Es una plenaria de tres días que se celebrará en Caracas. Participarán 900 delegados. Se trata del III Congreso del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), que además de reunir a una representación de la militancia de todo el país, también significa una oportunidad para discutir aspectos ideológicos y estructurales de esta organización política.
El próximo 20 de julio se elegirán a los 540 delegados de todo el país, quienes apuestan por cambios en la democracia interna del partido para la escogencia de candidaturas, así como también para que la militancia ejerza la función contralora en el trabajo de alcaldes y de gobernadores. ¿Cómo? Quitándoles a estos la oportunidad de ser los jefes del PSUV.
Wilfredo Piñate, uno de los postulados como delegado para el congreso, precisó que revisarán planteamientos ideológicos y estructurales en las direcciones: nacional, regional y municipales. Aunque puntualizó que “en la parte ideológica estamos claros”.
Modificaciones
Sin embargo, al hablar de la estructura del partido, la puntualización es diferente y es allí donde sus delegados hablan de “la democracia interna”. “Necesitamos cambios radicales para el método de escogencia de candidaturas”, subraya Piñate.
Andrés Cabezas, también candidato a delegado, explicó que una de las propuestas es la modificación del artículo 5 del Libro Rojo, el cual establece que “para la toma de decisiones y elecciones internas, el partido podrá utilizar diversos métodos: elección directa, universal y secreta; cooptación, elecciones de primer, segundo o tercer grado; opinión y consenso, los cuales se determinarán por las diversas instancias de dirección de acuerdo a las direcciones políticas”.
La modificación se centraría en eliminar la palabra “cooptación”, ya que bajo este método la selección de candidatos quedaba a discusión de las máximas autoridades, explicó Cabezas. Los delegados promueven así la selección desde las bases para todos los candidatos a cualquier cargo de elección popular.
De aprobarse esta solicitud ningún candidato sería seleccionado a dedo, y situaciones aunque el fallecido líder del PSUV, Hugo Chávez, en varias oportunidades fue quien anunció a sus abanderados. Francisco Ameliach, expresidente de la Asamblea Nacional, muy criticado por sus ausencias en el hemiciclo, fue designado por Chávez en un acto público el 5 de agosto de 2012.
Frente a los pitidos y molestias, Chávez replicó a la multitud: “Mire compadre, ¿usted me está oyendo? Miren aquí está en juego el 7 de octubre, ¿me están oyendo allá? Aquí no se trata de Lacava o Ameliach. Yo he dicho Ameliach para la Gobernación de Carabobo (...). Ahora para los que gritan por allá (Rafael) Lacava, que es el alcalde de Puerto Cabello, todo mi respeto para él, pero yo creo que es Francisco Ameliach el candidato ideal para la Gobernación. Ustedes verán pero por encima de eso está Chávez el 7 de octubre, para la presidencia de Venezuela, ahí nos jugamos la vida. ¿Lo entienden ustedes allá?”.
Cabezas insiste que así como la dirección nacional fue elegida por las bases, el resto de las candidaturas también ha venido con ese mismo mecanismo.
El tema de selección de candidaturas ya había creado roces internos en el partido por la disputa de puestos de elección popular. Aunque nunca se admitió formalmente, las elecciones municipales del 8 de diciembre de 2013 fue una de ellas; y aunque la mayoría apostó por la candidatura del alcalde José Ramón López para su reelección, se hablaba de otros “rivales” que buscaban su oportunidad.
Para elegir a los candidatos a concejales hubo mucho hermetismo e incluso irregularidades por cambios de última hora en la plancha oficial. El III Congreso del PSUV puede ser clave para que la militancia sea quien tome el control del partido.
Gobierno del partido
Mientras el PSUV sigue conociéndose como “el partido de Gobierno”, Piñate destaca otra de las posiciones de los delegados con respecto a la relación de la organización con el sistema gubernamental; se centra en que esta oportunidad lo que buscan es revertir la posición de “partido del Gobierno” por “gobierno del partido”.
Esto significa otra oportunidad para que la militancia siente las bases y tomen el poder en la gestión interna. Precisamente es otra de las propuestas: que ningún gobernador o alcalde sea jefe del partido, para que así sea este el que sirva de control de la gestión administrativa de las autoridades, explicó Cabezas.
Para Piñate, no sólo se trata de un encuentro partidista. A su juicio, significa un avance en el modelo de país que promueven. “Planteamos el desarrollo del estado comunal y la transferencia del poder al pueblo”.
El III Congreso del PSUV también será propicio para elegir al sucesor de Chávez, como presidente del partido. Andrés Cabezas ratificó que los delegados elegirán al presidente de la República, Nicolás Maduro.
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