El Espacio Integral Socialista Jesús Gordo Páez, en Barquisimeto, fue escenario de la socialización del primer prototipo electrónico hecho en el estado Lara para la producción de proyectos musicales, con la participación de sujetos de aprendizaje y maestros pueblo del Instituto Nacional de Capacitación y Educación Socialista (Inces).
Se trata del Semeruco Uno, un controlador MIDI (sigla del ingl. Musical Instrumet Digital Interface), diseñado por un grupo de activistas de la comunidad venezolana de software libre para los jóvenes que intercambian saberes y experiencias en el Proyecto Integral Socialista (PIS) de la Comuna Itinerante del Sonido y Audio que se desarrolla en el Inces.
Ingenio popular
Tras una indagación de las necesidades formativas que tienen y sienten los sujetos de aprendizaje que impulsan el proyecto sonoro en el estado Lara, se innovó un controlador —dispositivo utilizado, comúnmente, para la producción de música electrónica— que refleja y conjuga sonidos digitales de instrumentos.
La elaboración del primer controlador MIDI nacional se hizo desde el Laboratorio Sonoro José Pío Tamayo, inaugurado el pasado marzo, en el Inces ubicado en la carrera 23 de Barquisimeto.
En cuanto al aprendizaje con el uso de la nueva tecnología, Juan Pablo Toledo y Octavio Rosell, voceros del Proyecto GNU de Venezuela, comparten su experiencia y ponen a disposición sus conocimientos para el hacer y saber de jóvenes larenses que participan pedagógicamente en el PIS de formación sonora.
Semeruco Uno, con sello nacional
El maestro pueblo Licar Vásquez, productor y técnico musical, señala que, con este proyecto, se busca dar una nueva dimensión a los proyectos musicales que se desarrollen en el estado: “La idea es dar identidad, nombre y color propios a las producciones guaras para, finalmente, reflejar la identidad larense y de Venezuela”.
Vásquez hace énfasis en que el propósito de este proyecto es lograr la independencia nacional en el ámbito de la tecnología musical, mediante el diseño y uso de dispositivos de electrónica básica y electrónica en computación, frente a tantas limitantes que se presentan al querer adquirir algún equipo: “La gente que vive de la música, muchas veces, es víctima de fabricantes de equipos que no tienen ningún tipo de escrúpulos: hacen aparatos falibles y muy costosos”.
“El controlador que construimos es una tecnología cuyos materiales están en Venezuela: somos potenciales productores, ya que toda la materia prima de los componentes se encuentra en Venezuela”, explica, entusiasta, el maestro pueblo.
Investigación, innovación y producción
El controlador MIDI se basa en un proyecto nacional llamado Pingüino de Venezuela, que trata de liberar el aparato físico. Esa plataforma es una microcomputadora programable a las situaciones que se presentan en la industria musical.
El proceso para diseñar este controlador contó con la colaboración, en línea, de activistas de software libre de México y Colombia. Juan Pablo Toledo —quien, también, es promotor del software libre en el estado Lara, y sujeto institucional del Inces en el área de Informática— confiesa que no conocía nada acerca de la elaboración de un controlador; por cuanto, su formación no es electrónica ni informática, sino en Artes. Pero, esta condición no fue barrera.
Este defensor de las tecnologías libres relata que comenzó a indagar en sitios de Internet relacionados: “Preguntaba cómo se hacen estas cosas, los pasos mínimos para que uno le dé clic a un botón, y éste se refleje en la computadora dentro de un programa musical, y te suelte el sonido”.
Toledo conoce, en el espacio virtual, a un programador mexicano con quien mantuvo intercambios de saberes que le permitieron construir el código de programación, que, hoy por hoy, hace posible el desarrollo del primer controlador MIDI hecho en el estado Lara.
El joven larense recibió, además, la orientación virtual de un colombiano, que es desarrollador internacional del Proyecto Pingüino, sobre cómo asegurar la comunicación desde el controlador a la computadora. A su vez, Johan Espinoza, desarrollador de software libre en Venezuela, contribuyó con los componentes de fabricación que requiere el proyecto.
Fue un trabajo en colectivo, dentro del campo informático y tecnológico. Las mejoras del controlador fueron desarrolladas por otros promotores venezolanos de software libre, entre ellos Octavio Rosell.
El boceto inicial del controlador MIDI se elaboró en foami, con los botones y las separaciones dibujadas en plaquitas de metal. “Con eso, yo pude tocar aquí en Barquisimeto, durante el Congreso Nacional de Software Libre, que se realizó en la Flor de Venezuela; era un controlador de piso que manejaba efectos de voz y cuatros”, confiesa Toledo.
Dentro del Proyecto Integral Socialista de la Comuna Itinerante del Sonido y Audio, el controlador Semeruco Uno garantiza la generación de instrumentos musicales electrónicos capaces de liberar el potencial creativo de los sujetos de aprendizaje que participan en el proyecto de formación sonora impulsado por el Inces.
Prensa Inces
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