El proyecto “Comunicalle” nació para generar reflexión y conciencia en los usuarios de la comunicación, dándole un toque más creativo y de contacto al hecho comunicacional a través de la fusión del periodismo con géneros artísticos como el teatro; pero también para multiplicarse en las comunidades del país y mejor aún: dejar un saldo organizativo en defensa de las conquistas populares, en ello coincidieron sus impulsores, entre estos el periodista y hombre de teatro Armando Carías
“Se constituyó un equipo de hombres y mujeres del teatro, artistas, también de la escena en general y estamos en ese proceso como de articulación de una idea; y también de descubrimiento de todas las posibilidades que da la escena para transformarla en una acción comunicacional”, sostuvo Carías.
Es así como en sus sorpresivas apariciones en cualquier espacio público, un grupo de personas de diferentes edades se ubica frente a los transeúntes , puede que “encamisadas” con carteles tipo norteamericano de esos que se leen de frente y por la espalda del portador, y de allí en adelante escenifica una especie de “performance” o “forma dialógica”, por ejemplo: contra el fascismo.
La salva de aplausos y ovaciones al final será la señal de que lograron su objetivo fundamental, como sucedió recientemente, que no es otro que generar reflexión en los receptores de sus mensajes, construidos a base de textos informativos y de opinión, literatura, poesía, gestualidad, plasticidad corporal, fonética musical, oralidad y, por supuesto, mucha irreverencia simbólica.
En construcción
Armando Carías revela que esta experiencia se articula con el Sistema Bolivariano de Comunicación e Información (SibCI), adscrito al ministerio para la comunicación e información, el cual tienen entre sus premisas que la comunicación debe ir más allá de los medios y en múltiples espacios, y “no únicamente los tradicionales, únicamente la radio, la televisión, la prensa”.
“Entonces, cuando hablamos de Comunicalle hablamos de una experiencia que está todavía en construcción”.
- ¿No consideran que hay algo de críptico en el lenguaje teatro-comunicacional de ustedes, y que hay sectores a los que no les va a llegar el mensaje?
- Un amigo mío me dijo (…): ‘Ustedes se la dan de intelectuales’. Yo le dije: lo que pasa es que estamos intentando una de las técnicas de Bertold Brecht: crear distanciamiento. Donde la acción emocional en un momento dado se detenga e induzca a la reflexión.
Carías reconoce que ciertamente puede haber “algo de tecnicismos” en algunos de sus parlamentos, pero aclara que también habrá puestas en escenas de Comunicalle más sencillas en sus futuras presentaciones sobre todo callejeras.
Al también Premio Nacional de Teatro lo acompañan en la coordinación de esta “intención”, como él cataloga a Comunicalle, el actor y escenógrafo Balbi Cañas; la coreógrafa y actriz Carmen Violeta Pérez y el pianista y compositor Gilberto Simozas, entre otros; junto a un “elenco” de actores y actrices, tanto de trayectoria, como noveles en el arte de las tablas.
Para Balbi Cañas, ComuniCalle, más que teatro de calle, es una propuesta aún en construcción que, reconoce, no es nueva sino que comenzó a desarrollarse en Caracas la década de los “70” del siglo pasado.
“Nosotros lo que hacíamos en esa época era precisamente lo que estamos haciendo ahora en el Sibci. O sea, utilizábamos el teatro, la danza, todas las expresiones teatrales y artísticas para llevarle un mensaje de conciencia a la gente”.
En respuesta a que si se puede hablar de Comunicalle como una experiencia “multiartística”, por aquello del significado de neologismo “multimedia” hoy en boga, Cañas sostiene que “la comunicación nos la han puesto como algo difícil”.
“Nosotros tenemos formas expresivas, y parte de ellas es nuestro cuerpo, que podemos utilizarlas como medio de comunicación más allá de los periódicos, más allá de todo eso. Sin negar nada a eso, pero utilizando todas esas capacidades que tenemos. Entonces, a través de esa experiencia, inclusive, está planteado compartirla con las comunidades; o sea, funcionar con talleres, para que la gente desarrolle la actividad en su comunidad; que la gente se apropie de la comunicación más allá de los periódicos y de los medios formales que dominan el mundo”.
Coreografía para la conciencia
Carmen Violeta Pérez afirma que ciertamente Comunicalle aprovecha el conocimiento de maestros internacionales del teatro moderno como el alemán Bertold Brecht y otros, y mirando hacia la Patria Grande, también la del dramaturgo brasileño Augusto Boal, quien en la década de los “60” del siglo pasado concibió “el teatro del oprimido”.
“Él utilizó las herramientas del teatro y otras artes también. Porque también se hicieron cosas con la coreografía para despertar la conciencia. La conciencia de clase, la conciencia de la condición de oprimido. También yo creo que relacionado con la ‘Pedagogía del oprimido’, de Paulo Freire.
Pérez recuerda que en Venezuela hubo dramaturgos que ya experimentaron con ese tipo de propuestas en el pasado y que lo que el colectivo Comunicalle hace es investigar al respecto y adecuar sus principios a la realidad actual del país.
Siempre se ha dicho que quienes hacen teatro y danza deben sentirse libres, si se quiere desestresados, para dar lo mejor de sí, lo que parece concordar con lo que se ve en el “pent house” de la torre “b” del Centro parque Carabobo una vez se traspasa su puerta principal. A nivel micro, pies descalzos, cabelleras rebeldes, pulseras “rafta”, tatuajes, botines femeninos pintados a lo hip hop; y en el macro, una panorámica de Caracas por sus cuatro puntos cardinales, tal vez estimuladora de la creatividad requerida por Comunicalle.
“Un recurso que se está comenzando a utilizar aquí (en Comunicalle) es el hecho de los celulares, un objeto que se utiliza mucho en las calles y en una manera de comunicar una información, haciendo como una especie de representación teatral callejera pero con un celular y llamar la atención de las personas que tienes alrededor”, dice Pérez.
Nada complicado
Gilberto Simoza considera que la presencia del hecho musical en el proyecto Comunicalle, se desarrolla sobre la base de la cotidianidad musical del pueblo venezolano.
“Como no se trata de un teatro encerrado sino más bien cercano a la gente, estamos experimentando con una cuestión bien interesante, que es la música de la “posibilidad”. Nada complicado. Incluye mover el cuerpo. Entonces, la música incluso va a ser un elemento, hasta donde se permita, estructurado con lo mejor posible que el colectivo posee en cuanto a capacidades musicales. Si la amiga canta, ven acá; si el otro toca, ven acá. Aprovechándonos también de las cualidades personales de ellos”.
Finalmente, Balbi Cañas acierta cuando define a Comunicalle: “Nosotros nos asumimos como un campo de batalla. O sea, es realmente una guerrilla teatral, prácticamente, donde nosotros, bueno: hay gente que tiene experiencia, hay gente que se está iniciando en el teatro; hay gente que está en otras actividades”.
Por Carlos Machado Villanueva / El peatón / Eco Popular
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