(09 de septiembre de 2014. El Venezolano).- ¿Qué motivó a que el presidente Maduro obviara por completo los anuncios económicos que eran y siguen siendo urgentes para la vida económica del país? Mucho se ha especulado al respecto, mucho se ha insistido que sobre los llamados pragmáticos triunfaron los ortodoxos, los duros del ideal comunista. Decapitado en el área económica Rafael Ramírez, se impone ahora por lo grande Elías Jaua.
El diputado Ricardo Sanguino, quien preside la Comisión de Finanzas de la Asamblea Nacional, entiende que haber obviado esos anuncios es un hecho grave, una mala señal para los indicadores económicos. Por ello, este fin de semana en el programa Diálogo con, de Carlos Croes, se aventuró a una opinión que hasta que no sea desmentida o confirmada, nos suena a muy personal: “No están congelados los anuncios económicos –entiéndase unificación cambiaria, aumento de la gasolina, venta de Citgo y evidentemente devaluación. No están congelados, sólo han sido postergados”. El señor Sanguino quiere con esta declaración atenuar un poco el golpe que ya se ha sentido en los mercados internacionales.
Sin embargo, en un gobierno tan personalista como el actual, donde unos cuantos caudillos están enfrentados a muerte –es un decir–, la opinión de un diputado, por más destacado que sea, no pareciera pesar. En definitiva, deseos no preñan, decía el viejo refrán. Y, con el debido respeto diputado Sanguino, eso de que están congelados no lo cree ni el congelador.
La verdad que tenemos por delante los venezolanos es que defenestrado el señor Ramírez, ahora el hombre fuerte del régimen pasa a ser Jaua, el más radical de los radicales, el duro. Jaua va a llevar adelante todo el proyecto de las comunas, con lo cual poco a poco se va desbaratar el país tal y como lo hemos conocido. Poco a poco, el crecimiento comunal del régimen socialista-comunista de Venezuela irá destruyendo progresivamente alcaldías, y, nos les extrañe detrás de estas las gobernaciones. Todo esto para tener un poder absolutamente centralizado en la figura del presidente o de los caudillos. El remedo de “Todo el poder para los soviets”, de Lenin, estará ahora en todo el poder para las comunas.
Por otra parte, el gobierno entiende que se va a enfrentar a un proceso eleccionario a finales del año entrante. Este proceso de elecciones parlamentarias ya ha ocasionado lamentables y penosos enfrentamientos en el terreno de la oposición. Hoy, por ejemplo, la prensa pro gobierno como el diario Últimas Noticias, publica en primera página: “Luis Florido (VP): Henrique Capriles engaña al pueblo”. Así no vamos a llegar muy lejos, si acaso a la puerta del cuarto. Pero para el régimen la situación está más clara y definida y Jaua, como decíamos, pasa a ser- el hombre clave, el que va a manejar ahora sí cualquier cantidad de dinero y de estructuras partidista y gubernamental. Carlos Raúl Hernández asomaba, en unas declaraciones del fin de semana, que pasa a ser desde ya el gran jefe de campaña con miras a esas elecciones parlamentarias.
Pero, mientras en esas están los políticos que gobiernan y los que tratan de gobernar, el país se nos ha ido por el albañal. Lea usted este párrafo del editorial de Tal Cual, firmado por Fernando Rodríguez, “Lo vulnerable que somos”: “El caso del comportamiento de Venezuela, durante la década feliz, que ha podido ser extraordinario por el inusual y sostenido crecimiento de los precios del petróleo, por ser de los más ricos de la comarca, no ha sido positivo y es la más expresiva muestra de las miserias conceptuales y prácticas del régimen que hemos padecido y, ¡hasta cuándo!, seguimos padeciendo”.
Hemos dilapidado una de las oportunidades históricas más excepcionales para alcanzar el progreso y el bienestar, lo que constituye la más elocuente muestra del crimen histórico del chavismo.
Por César Miguel Rondón / El Nacional
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