A
El acto inaugural se realizó
en los espacios del Museo de Arte
Contemporáneo de Caracas y en la sede de
la Librería del Sur del Teatro Teresa Carreño, a partir del 20 al 25 de agosto
de 2012, y en otras partes del país, como Coro, Las Mercedes del Llano y Santa Rita de
Manapire, en donde la organización de las actividades estuvieron a cargo del
Ministerio del Poder Popular para la Cultura a través del Archivo General de la
Nación y el Centro Nacional de historia, los cuales se caracterizaron por darle
importancia a los temas tratados, la buena organización, el trato amables de
sus organizadores y principalmente su buena fe en buscar la inclusión de
quienes nos encontramos participando, los cuales hicieron en todo momento que
quienes estuvimos en los referidos espacios.., nos sintiéramos cómodos, atentos
y respondidos en las diferentes necesidades que implica hacer un evento de esta
calidad, en el que se le dio al debate
el papel que le corresponde y una importancia suprema en torno a los
planteamientos referidos a exaltar los focos de atención que tienen que ver con
la descolonización de la memoria, cumpliendo así con el firme propósito de
fortalecer la importancia que tuvo la participación de nuestros pueblos en la
construcción de un pensamiento liberador y es por ello que el foro contó con la
participación especial de luchadores internacionales y nacionales, en el que se
hizo sentir con mucha resonancia lo álgido de lo tratado, donde se hizo
importante resaltar que a pesar de lo complejo y variabilidad del acto
discursivo de los diferentes panelistas y participantes, se pudo hacer notar la
presencia con mucha fuerza y decisión de
quienes en Venezuela, siempre nos hemos caracterizados por defender el
gentilicio y nuestra identidad venezolana (la cual no obviamos y ponemos en
cada debate por delante de cualquier epíteto racial), en vista que la
construcción de la República Bolivariana de Venezuela (a partir de 1811) contó
con la presencia nuestros epónimos libertarios negros-negras, morenos-morenas
indígenas, mantuanos- mantuanas y criollos, los cuales jugaron un papel importante en la conformación
de la venezolanidad, los cuales inspiraron respeto por su bravura, destreza en
el manejo de la armas y gran inteligencia en la planificación y organización
militar.
En este
sentido, asistimos enarbolando la honestidad ley transparencia en el debate, en
el que nuestra intención, siempre fue buscar visibilizar los diferentes momentos
históricos que hicieron parte de esa invisibilizaciòn historiográfica y de eso
estábamos claro (por ello nuestra asistencia en calidad de ponentes y
participantes), pero creemos que tal evento adoleció de asumir una postura
gregaria, transparente, honesta e
incluyente a favor de los estratos de color que conformaron la venezolanidad, por el contrario se impuso
en él, una postura que demuestra lo lejos que estamos de alcanzar la unidad
entre los venezolanos y principalmente de los que poseemos una piel oscura negros-negras,
morenos-morenas, pardos-pardas, mulato-mulatas, etc., si no entendemos la
necesidad de ser álgidos en el debate y unidos en la acción (cuestión que en todo acto, siempre nuestro
Presidente Chávez remacha) en el que nos estamos olvidando de que era necesario llegar a consenso, que somos venezolanos y que
no era necesario buscar a la hora de la plenaria sus acólitos para imponer el termino afro descendientes y echar por el
suelo la venezolanidad, porque en dicho evento no se aprobó ninguna propuesta
en favor del gentilicio venezolano menos de lo que nos consideramos
negras-negras, moreno-morena, en vista que no se puede obviar que esta es la
patria de Bolívar y lo que representa en el mundo…, nuestra historia política,
geográfica y socio étnica, para darle vida a unos imaginarios foráneos que
nunca hicieron presencia en esta tierra de libertadores.
Esto
representa que se hace necesario comenzar a desmontar nuestra propias
concepciones que se encuentran demasiadas fosilizadas, como las teorías que incentivaron la colonización de la memorias (Donde
considero que las ponencias de
Meyby Ugueto, Regla Diago
Pinillos, Carlos Rúa Angulo, Brunilde I.
Palacios Rivas y uno o dos más que se me escapan, fueron de gran relevancia y
en todo momento exaltaron el propósito
del Foro Internacional ) de los países que ellos llamaron “provincia” (hoy
llaman “su patio trasero”) y por ello vimos con buenos ojos que se incluyera en
el debate tales postura (principalmente aquellas que tuvieron que ver con el
término afro descendiente), lo cual no se comprendió y se buscó en la plenaria
su imposición por encima de lo pactado (puesto que se hizo claro, notorio y
evidente ) y se buscó en todo momento la
minimización de las otras posturas ,
olvidándose que somos venezolanos, estamos en la patria de Bolívar y que el
estrato moreno y negro representan la mayoría en Venezuela ( según los
resultados del Censo de Habita y Vivienda 2011.), los cuales no se puede echar
a un lado, para darle auge a un estrato que solamente logró el 0.7 de la
población y por otro lado, porque los
anfitriones eran los venezolanos.
Lógicamente
las postura que se ventilaron en el debate se fundaron en la exclusión, en un
foro donde presumíamos que sus sus participantes y ponentes, debieron busca la
inclusión de todos los representados, lo cual llama a la reflexión, puesto que no se puede
hablar de descolonización de la memoria, cuando no se quiere llegar a consenso
y asumir una actitud de ponerse a la saga contra cualquiera postura que forme
parte del gentilicio de la identidad venezolanas para echar la racionalidad de los hechos histórico (en
que se fundamentó la colonización de la memoria), a un lado, sin internalizar
que tales estratos que se caracterizan por poseer una piel oscura, contaron con
el desprecio de sus originarios, los cuales despreciaron su propia
idiosincrasia, aceptaron la del colonizador y cuando fueron a reflexionar, eran
demasiado tarde, porque ya estaban colonizados, conquistados y sometidos a las
implicaciones del poder imperial que para la época se hacían trasparente a
través de la imposición del etnocentrismo de su cultura, y por ello creemos que
la poca comprensión se convirtió, en una trabas que impiden el acceso concreto
a la verdad, por ser demasiadas cerrada y excluyente, lo cual impidió el buen discernimiento,
en el cual muy pocos fueron las que accedieron a posiciones mucho más abiertas
que permitieron superar la camisa de fuerza de las ideologías colonizadoras…, en
donde la mayoría de ponentes y participantes no entendieron que era necesario
asumir posición y establecer el diálogo en fortalecer la etnicidad venezolana y
fundamentalmente la unidad, lo cual conllevó
a identificarse con las matrices
ideológicas dominantes (lo cual no es culpa del Ministerio del Poder Popular
para la Cultura, el Archivo General de la Nación y del Centro Nacional de la
Historia, los cuales hicieron un evento con una gran lucidez, seriedad,
estética y racionalidad que hizo
sobresalir en todo momento, lo que fue su planificación, difusión y aspectos
logísticos en el que sin la participación de ese equipo, no se fuera dado tal
evento), las cuales se han convertido en un verdadero y real impedimento para
acceder a nuestra propia personalidad histórica y cultural (descolonizar la
memoria), en el que nuestra terquedad refleja que estamos muy lejos de
alcanzarla.
Ello nos lleva
hacer una reflexión profunda acerca de desmontar, revisar nuestra propias
posturas y echar a un lado, aquellas que reivindican aspectos que fortalecen la
colonización de la memoria para poder
entender que hay que hacer todo lo posible por buscar esa “unidad en la acción”,
a la cual nuestro Presidente Hugo Rafael Chávez Fría siempre hace mención y que
enarbola en cada discurso que hace, porque hay que ver con mucha sutileza que se
hace necesario buscar conceso, en un país que se considera multiétnico,
pluricultural, pero que además reconoce “…el ejemplo histórico de nuestro libertador
Simón Bolívar y el heroísmo y sacrificio de nuestros antepasados aborígenes y
de los precursores y forjadores de una patria libre y soberana…”(Preámbulo de
la CBRV), en el que los estereotipados como negros fuimos reconocidos
después de doscientos años de vida republicana, como “forjadores”, lo cual quiere decir que eran tan inteligentes estos
desarraigados, seres humanos, humanos gregarios (a pesar de tener tal carga
histórica negativa por la culturas europeas), que tuvieron la capacidad de reconocer
que se encontraban en espacios geográficos distintos y por otro lado, que se caracterizaron
por crea una toponimia distinta a la original,, que conllevó a simplificar
realidades diversas y complejas, convirtiéndose esta postura en la clave del
empobrecimiento colonial del que hemos sido víctimas, producto de la imposición
de la dominación occidental.
Por ello
sostenemos que no reconocemos como venezolanos de piel negra y morena (lo cual
implica para descolonizar a la memoria), originarios de la república y de esta
gran nación que se llama Venezuela y lo planteamos con gran integridad y sin
discusión, puesto que nacismos en la tierra de Bolívar y eso nadie nos lo va a
quitar, porque reconocemos que llevamos la sangre de ser un Imaginario
libertario que ha independizado cinco naciones, en el que se puede notar que
quienes asumieron su bandera, tuvieron la capacidad de echar a un lado su
linaje, estatus social, propiedades para ir a hablar con los libertarios
Haitianos y pedir ayuda en pro de la independencia venezolana y no se
convirtieron en parcelas, porque sabían
que era necesario la “unidad de la acción”, en el que se comprendió que
esos negros, morenos, pardos o mulatos negros, se había convertidos en sujeto
crítico, solidario, cooperativo, autogestionario, bolivariano y no entendemos
que se utilice este momento histórico para imponer postura que no encajan
dentro de la realidad venezolana, en el que se hace necesario fortalecer nuestro autoestima para poder
combatir los argumentos que impusieron tal condición inhumana que permitió convertir a
seres humanos racionales en sub humanos, depositarlo en asientos y después
venderlos y de esta manera, encauzarlo dentro de los valores fundamentales que
implica la solidaridad para poder entender que es necesario predicar la
participación organizada sobre la base de la nueva materialidad dentro de la
República que se está formando y que está encauzado hacia el socialismo,
humanitario y comunitario, porque algo que no podemos olvidar, es que este
proceso bolivariano no sólo produjo un nuevo individuo, ideológicamente,
políticamente, socialmente, culturalmente, biológicamente y genéticamente, sino
que además, la variedad de experiencias sociales y culturales permitieron reinterpretar
nuestras experiencia y procesos históricos, según nuestras necesidades y
consecuencias, en el que unos venezolanos de color negro y moreno crearon una
existencialidad que los llevó a convertirse en sujetos creadores de cultura,
puesto que el aporte que hicieron, marcó un hito de gran trascendencia en la
humanidad y es la única herramienta con que contamos para elevar nuestro estima
y eliminar los vestigios que quedan de la irracionalidad cometida por quienes
se dieron el lujo de alimentar el oficio impío de cazar a seres racionales y depositaron en asientos para luego venderlos a
los barcos europeos.
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