El bienestar de los hijos es primordial y en las familias estables es más fácil logarlo. Pero, desgraciadamente, no siempre es así. La convivencia a veces no es sencilla y cada vez hay más casos de padres que viven separados y, si hay hijos de por medio, aparecen tensiones cuando se trata de distribuir el tiempo para estar con ellos.
Estas situaciones motivan que cuando los hijos van a pasar el fin de semana con su padre/madre, una de las formas más usuales de «ganarse» a los pequeños sea a base de talonario. Es muy habitual que los niños regresen a su domicilio con grandes regalos. Aunque motiven inicialmente una gran emoción y asombro en el pequeño, no se equivoque, finalmente los objetos materiales quedarán olvidados en un rincón. Si repite esta misma «táctica» fin de semana tras fin de semana, su hijo, además de perder a la larga el sentido del valor de las cosas, sólo querrá verle por motivos materiales.
Según A&A Abogados, existen estudios que demuestran que cuando los hijos recuerdan cuando eran pequeños, lo hacen fundamentalmente en cómo crecían y se desarrollaban los acontecimientos más cotidianos, y no tanto los cumpleaños extravagantes o vacaciones de alto coste económico. Es decir, son los acontecimientos ordinarios los que se guardan más en la memoria y tienen un mayor valor para ellos.
Si su objetivo como padre/madre es aportar experiencias positivas y no ser solo un padre de fin de semana, tome nota:
— Implíquese en la vida de sus hijos, recuerde las celebraciones de cumpleaños, acontecimientos significativos y demás eventos que sean importantes para ellos.
— Promueva la buena comunicación. Procure que ellos le tengan siempre que le necesiten.
— Debe ser creíble y constante, cumpla sus compromisos con ellos. Si les dice «mañana a las cinco te llamaré», hágalo. No lo deje para otro día.
— El tiempo que pase con los niños que sea de calidad. Reserve parte de su horario. Recuerde que vienen a verle tus hijos, no sus juguetes.
— Envíe pequeños símbolos de amor y cariño, pequeñas notas, postales, tarjetas especialmente dedicadas para ellos. Recuérdeles que está pensando en ellos.
— Nunca planifique actividades laborales o de otro tipo en los periodos en que debe disfrutar de su compañía. A veces las ocupaciones nos desvían y no podemos cumplir con las promesas de visita. El tiempo que pase con ellos es la forma más fácil de decirles que ellos son lo más importante.
— Pregúnteles qué desean hacer cuando esté con ellos. Incorpore sus necesidades a sus visitas.
— No les implique con pensamientos de odio o resentimiento hacia su ex cónyuge.
— No comente a sus hijos los perjuicios económicos que le ha causado el divorcio de su madre. Entienda que su tiempo con ellos es precioso, y ellos no tienen la culpa de lo sucedido. Debe mantenerlos al margen de sus problemas.
— Su hijo es fruto del amor. Hágale sentir que aunque sus padres estén separados, él es querido. El ser un padre cariñoso requiere persistencia en la reiteración de los actos. Hága responsables a sus hijos de sus acciones y comportamientos.
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