lunes, 17 de junio de 2013

Los habitantes de Bonaire viven sin prisa y buscan que el turista tenga una experiencia inolvidable. Poseen una alta conciencia ambientalista. La isla caribeña está considerada como un destino para disfrutar del contacto con la naturaleza

La tranquilidad que se respira en Bonaire es propia de una isla caribeña privilegiada por la naturaleza al encontrarse fuera de la franja de huracanes. La calma con la que se vive en la isla se evidencia en la ausencia total de semáforos y se precia de ser la isla del Caribe con mayor conciencia ecológica, según las organizaciones ambientalistas más importantes del mundo. Su Gobierno local ha asumido una cultura para lograr la meta de cero emisión de monóxido de carbono al ambiente. Para lograr este objetivo se están adoptando el uso de energías alternativas.
Los primeros extranjeros en llegar a la isla fueron Américo Vespucio y Alonso de Ojeda cerca del año 1499. La ubicación de la isla y la producción de sal de óptima calidad fueron las causantes de que luego de que llegaran los primeros extranjeros Bonaire pasara por una larga lucha de poderes entre los países de Europa que reclamaban la soberanía de su territorio. Es hasta 1816 cuando definitivamente es considerado como territorio holandés. Desde el año 2010 es considerado como un municipio holandés y sus habitantes tienen dicha nacionalidad y su economía está basada en el dólar americano.
Su cultura se compone de la mezcla de las nacionalidades que han hecho vida en la isla con una herencia de base de los indios caquetios y los arahuacos procedentes de Venezuela que emigraron a la isla siglos antes. En la actualidad sus habitantes han internalizado el significado de una vida tranquila y no muestran apuro para hacer las cosas. Disfrutar del tiempo y la naturaleza es una cultura muy difundida en Bonaire.
Buceo
Bonaire es un destino famoso entre los practicantes del buceo. Cuenta con más de 60 puntos de buceo de fácil acceso desde la orilla de la playa. En 2012 fue galardonada como el destino turístico más premiado en la categoría Caribe Atlántico por ser el número uno para buceo de orilla. Los puntos de buceo están identificados con una piedra de color amarillo y el nombre en letras negras para facilitar el acceso a los turistas. Para mayor tranquilidad de los buzos hay una cámara hiperbárica en el hospital San Francisco. Otra de las actividades que se hace en las profundidades de las aguas de Bonaire es la fotografía submarina debido a la transparencia de sus aguas.
La historia
Si se visita la isla una parada obligada es la población de Rincón. Este asentamiento está al noreste y su valor consiste en que sus habitantes han preservado la cultura autóctona en todos los sentidos. En los tiempos de la colonia las familias de los esclavos vivían en Rincón mientras estos trabajaban en las salinas y los visitaban los fines de semana. Se pueden conocer las costumbres de la isla en esta población y comprar las obras de arte locales; si se visita este poblado su plato más emblemático es el estofado de cabrito. Muchos pintores han hecho de esta isla caribeña su hogar y exponen en sus galerías.
Más información
Para conocer más de las actividades que se pueden hacer en la isla se puede visitar la web oficial www.tourismbonaire.com




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