Ciudad Bolivar, 27 Jul. AVN.- Creado el 21 de mayo de 1995 en terrenos que alguna vez fueron parte del Fundo San Isidro, residencia del Libertador Simón Bolívar en los años del Congreso de Angostura, el Jardín Botánico del Orinoco se ha convertido en el principal centro de estudio, clasificación y conservación de la biodiversidad de flora del estado Bolívar.
Con una extensión de 60 hectáreas, la frondosidad y verdor de su árboles y plantas destacan entre el paisaje urbano que rodea el casco histórico de Ciudad Bolívar, antigua Angostura del Orinoco.
Cada fin de semana, sus espacios se llenan de hombres, mujeres y niños provenientes de toda Ciudad Bolívar, quienes disfrutan de este pequeño recuerdo de la naturaleza original que ocupó los espacios de la hoy capital bolivarense.
En sus instalaciones funciona, además, el Herbario Regional de Guayana, en el que se preservan, catalogan y reproducen especies de plantas obtenidas en los puntos más recónditos del estado Bolívar, así como de Delta Amacuro y Amazonas.
Entre estas destacan los olivos, cujíes, robles, araguaneyes, caujaros, sarrapias, tunas y cardones, ponsigués, jobos, paraparas, palitroques, guácimos y muchos otros.
El catálogo manejado por este centro supera las 4 mil especies de árboles, plantas y arbustos, con tamaños que van desde unos pocos milímetros hasta más de 20 metros de altura.
Su archivo guarda miles de muestras y dibujos de hojas, flores y tallos de todas las especies que han sido identificadas en la región por exploradores, científicos, botánicos e incluso por turistas que ocasionalmente han encontrado alguna especie nueva en sus recorridos por esta zona del país.
"Aquí mostramos diariamente una muestra completa de la flora de la región Guayana, incluyendo especies únicas o en peligro de extinción", refirió el secretario de Ambiente y Turismo de la gobernación de Bolívar, Ricardo Aquino.
También se encuentran árboles traídos de Africa y Asia y que fueron donados a este centro. Entre ellos destacan los Baobab (Adansonia digitata) , árbol de tronco muy grueso y ramas cortas que es descrito en el famoso libro El Principito, del escritor Antoine de Saint-Exupéry.
Numerosas especies de aves utilizan estos espacios como dormidero, donde se alimentan y reproducen sin ser molestados por el hombre.
Entre las aves que suelen verse aquí destacan los azulejos de jardín, torditos, turpiales de agua, cotoras caracoleras, negroluises, garzas azules, turpiales de agua, maraqueras, gallitos de agua, canaritos, cristofués y cucaracheros.
Muchas de estas provienen de los ecosistemas ribereños del río Orinoco y en algunos casos se detectan bandadas de aves migratorias provenientes de Brasil.
Formación conservacionista al servicio de las comunidades
Una de las facetas más importantes del Jardín Botánico del Orinoco es su modelo de integración educativa con las comunidades, especialmente a través de la enseñanza directa a estudiantes provenientes de escuelas, liceos e incluso universidades, de todo el estado.
También se mantiene un proceso de formación en materia ecológica dirigida a los consejos comunales, las cuales se han convertido en un pilar fundamental para que la población respete y cuide los árboles y plantas de los parques de la ciudad, así como para entender la necesidad de proteger la diversidad de flora y fauna del estado Bolívar, considerado entre los más variados del país.
Temas como la conservación ambiental, los cambios climáticos globales y la contaminación son continuamente discutidos con la población.
Labor socialista en beneficio de las comunidades
En el año 2010, la gobernación de Bolívar abrió un vivero socialista en esta instalación, en el que se ofrecen plantas ornamentales a precios solidarios a las familias bolivarenses.
De esta manera, la experiencia adquirida en el manejo y preservación de la flora guayanesa se puso al servicio de la comunidad.
La tarea incluye cursos de corte, reproducción y preparación de especies vegetales, incluyendo técnicas de transplante, abono, preparación, corte y enraizado de plantas.
Los mismos estarán dirigidos a centros de ciencia, tecnología y ambiente e instituciones educativas del nivel medio a profesional.
Igualmente, en ese mismo año fue abierto un centro piscicola en sus espacios, con capacidad para producir 81 toneladas anuales de carne de cachama y morocoto para la venta en mercados socialistas de la región.
Este centro tiene además una función educativa, reflejada en la capacitación de numerosos consejos comunales, cooperativas y particulares que han incursionado en la piscicultura como actividad generadora de empleo y alimentos para la población.
"Es una prioridad fortalecer productivamente al Jardín Botánico y este proyecto encaja en la lucha por la soberanía alimentaria que estamos impulsando desde la gobernación de Bolívar, en apoyo a los lineamientos del Gobierno nacional", apuntó al respecto el gobernador de la entidad, Francisco Rangel Goḿez.
"El impulso de la piscicultura entre la población ayudará a bajar la presión sobre la pesca en el río Orinoco, donde hay varias especies que se encuentran en peligro por la captura excesiva", señalo finalmente la presidenta del Instituto Regional de Tecnología Agrícola de Bolívar (Irtab), Sobeida Sánchez.
Con una extensión de 60 hectáreas, la frondosidad y verdor de su árboles y plantas destacan entre el paisaje urbano que rodea el casco histórico de Ciudad Bolívar, antigua Angostura del Orinoco.
Cada fin de semana, sus espacios se llenan de hombres, mujeres y niños provenientes de toda Ciudad Bolívar, quienes disfrutan de este pequeño recuerdo de la naturaleza original que ocupó los espacios de la hoy capital bolivarense.
En sus instalaciones funciona, además, el Herbario Regional de Guayana, en el que se preservan, catalogan y reproducen especies de plantas obtenidas en los puntos más recónditos del estado Bolívar, así como de Delta Amacuro y Amazonas.
Entre estas destacan los olivos, cujíes, robles, araguaneyes, caujaros, sarrapias, tunas y cardones, ponsigués, jobos, paraparas, palitroques, guácimos y muchos otros.
El catálogo manejado por este centro supera las 4 mil especies de árboles, plantas y arbustos, con tamaños que van desde unos pocos milímetros hasta más de 20 metros de altura.
Su archivo guarda miles de muestras y dibujos de hojas, flores y tallos de todas las especies que han sido identificadas en la región por exploradores, científicos, botánicos e incluso por turistas que ocasionalmente han encontrado alguna especie nueva en sus recorridos por esta zona del país.
"Aquí mostramos diariamente una muestra completa de la flora de la región Guayana, incluyendo especies únicas o en peligro de extinción", refirió el secretario de Ambiente y Turismo de la gobernación de Bolívar, Ricardo Aquino.
También se encuentran árboles traídos de Africa y Asia y que fueron donados a este centro. Entre ellos destacan los Baobab (Adansonia digitata) , árbol de tronco muy grueso y ramas cortas que es descrito en el famoso libro El Principito, del escritor Antoine de Saint-Exupéry.
Numerosas especies de aves utilizan estos espacios como dormidero, donde se alimentan y reproducen sin ser molestados por el hombre.
Entre las aves que suelen verse aquí destacan los azulejos de jardín, torditos, turpiales de agua, cotoras caracoleras, negroluises, garzas azules, turpiales de agua, maraqueras, gallitos de agua, canaritos, cristofués y cucaracheros.
Muchas de estas provienen de los ecosistemas ribereños del río Orinoco y en algunos casos se detectan bandadas de aves migratorias provenientes de Brasil.
Formación conservacionista al servicio de las comunidades
Una de las facetas más importantes del Jardín Botánico del Orinoco es su modelo de integración educativa con las comunidades, especialmente a través de la enseñanza directa a estudiantes provenientes de escuelas, liceos e incluso universidades, de todo el estado.
También se mantiene un proceso de formación en materia ecológica dirigida a los consejos comunales, las cuales se han convertido en un pilar fundamental para que la población respete y cuide los árboles y plantas de los parques de la ciudad, así como para entender la necesidad de proteger la diversidad de flora y fauna del estado Bolívar, considerado entre los más variados del país.
Temas como la conservación ambiental, los cambios climáticos globales y la contaminación son continuamente discutidos con la población.
Labor socialista en beneficio de las comunidades
En el año 2010, la gobernación de Bolívar abrió un vivero socialista en esta instalación, en el que se ofrecen plantas ornamentales a precios solidarios a las familias bolivarenses.
De esta manera, la experiencia adquirida en el manejo y preservación de la flora guayanesa se puso al servicio de la comunidad.
La tarea incluye cursos de corte, reproducción y preparación de especies vegetales, incluyendo técnicas de transplante, abono, preparación, corte y enraizado de plantas.
Los mismos estarán dirigidos a centros de ciencia, tecnología y ambiente e instituciones educativas del nivel medio a profesional.
Igualmente, en ese mismo año fue abierto un centro piscicola en sus espacios, con capacidad para producir 81 toneladas anuales de carne de cachama y morocoto para la venta en mercados socialistas de la región.
Este centro tiene además una función educativa, reflejada en la capacitación de numerosos consejos comunales, cooperativas y particulares que han incursionado en la piscicultura como actividad generadora de empleo y alimentos para la población.
"Es una prioridad fortalecer productivamente al Jardín Botánico y este proyecto encaja en la lucha por la soberanía alimentaria que estamos impulsando desde la gobernación de Bolívar, en apoyo a los lineamientos del Gobierno nacional", apuntó al respecto el gobernador de la entidad, Francisco Rangel Goḿez.
"El impulso de la piscicultura entre la población ayudará a bajar la presión sobre la pesca en el río Orinoco, donde hay varias especies que se encuentran en peligro por la captura excesiva", señalo finalmente la presidenta del Instituto Regional de Tecnología Agrícola de Bolívar (Irtab), Sobeida Sánchez.
Oscar Ossa AVN
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