lunes, 13 de abril de 2015

NP: Buscan descifrar cómo la taurina y el zinc pueden mejorar la función visual (IVIC)


Una sospecha no siempre constituye una verdad; es necesario reunir evidencias que permitan demostrarla. Igual sucede en el estudio de las patologías que afectan a la retina: se sabe que están asociadas a una deficiencia de taurina y zinc, pero todavía se desconoce el mecanismo de interacción entre esas moléculas.

En el Laboratorio de Neuroquímica del Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas (Ivic) se adelantan ensayos experimentales para entender el papel de la taurina y el zinc en el sistema nervioso central, específicamente en la retina; así como estudiar la relación entre ambas moléculas en dicha estructura, ubicada en la parte posterior del globo ocular y encargada de recibir imágenes, transformarlas en impulsos nerviosos y enviarlas al cerebro.

La deficiencia de zinc y taurina ha sido relacionada con diferentes enfermedades visuales que se vinculan con daños en este tejido, como la diabetes mellitus (I y II), epilepsia, isquemia (detención del flujo sanguíneo), migraña y degeneración macular (pérdida de agudeza visual).

La taurina es un aminoácido distinto a la mayoría de los otros aminoácidos, pues no se incorpora a proteínas, es decir, se encuentra libre en varios de los tejidos animales y es uno de los aminoácidos más abundantes en el sistema nervioso central. De hecho, es considerado fundamental para los felinos porque no la pueden sintetizar y condicionalmente esencial para primates humanos y no humanos.

El zinc, por su parte, es un metal esencial, siendo el segundo elemento de transición más abundante en el cerebro y en la retina de los mamíferos. Interviene en el funcionamiento de más de 300 enzimas y se distribuye en todo el organismo. Es absorbido por el intestino delgado (yeyuno e íleon) y es excretado a través del tracto gastrointestinal.

Uno de los animales experimentales empleados por muchos años en el Laboratorio de Neuroquímica del Ivic es el pez dorado, debido a su capacidad para regenerar la retina después de haber sufrido una lesión por aplastamiento en el nervio óptico.

La taurina participa en la estabilización de la membrana celular, la modulación de los niveles de calcio intracelular y la osmorregulación. Se considera determinante en la etapa embrionaria y su déficit en este estadio del desarrollo ha sido asociado a cardiomiopatías, degeneración de la retina y retardo del crecimiento.

Se adjunta nota de prensa con mayor información y varias fotografías debidamente identificadas.

Créditos de las fotos: Marie Fuzeau (Ivic)

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