viernes, 10 de abril de 2015

En Cali, cada vez más niñas se practican cirugías plásticas

En Cali, cada vez más niñas se practican cirugías plásticas
420.955 procedimientos quirúrgicos y no quirúrgicos se hicieron en Colombia en 2013, según la Sociedad Internacional de Cirugía Plástica y Estética (Isap).
Archivo - El País
La joven de 15 años llegó al consultorio del cirujano plástico pidiendo una liposucción. Su objetivo, según ella, era verse más linda, especialmente para lucir bien frente al esposo que dijo tener.
A la consulta fue con su mamá, que no dudó en firmar los documentos necesarios para que su hija entrara al quirófano. “La cirugía fue un éxito. La vimos y quedó espectacular”, dijo la secretaria de ese consultorio, ubicado en el norte de Cali.
Hoy, cuando en el Congreso está en curso un proyecto de ley que busca prohibir  procedimientos estéticos para pacientes menores de edad, la comunidad médica muestra preocupación porque casos como este parecen ir en aumento en los consultorios médicos.
La iniciativa fue presentada esta semana por el senador Mauricio Lizcano, del Partido de la U, quien considera que “los niños de 16 años no han alcanzado su desarrollo total y estas cirugías estéticas pueden perjudicar su salud e incluso generar problemas psicológicos a futuro”.
A ciencia cierta,  no se sabe cuántas adolescentes se han practicado este tipo de cirugías en la ciudad. “Pero puedo decir que en nuestro caso,  de las 40 pacientes que se atienden mensualmente, dos o tres son adolescentes, de 15, 16 y 17 años, que vienen con sus padres, buscando aumentarse los senos, lipoesculturas y rinoplastias”, explica una auxiliar de una clínica estética del sur de Cali que pidió reserva de su nombre.
Lina Triana, presidenta de la Sociedad Colombiana de Cirugía Plástica, dice que el proyecto de ley es el primer paso para regular la práctica de cirugías estéticas. “Es que estas son para personas que ya estén desarrolladas física y mentalmente y un menor de edad no lo ha hecho. No tiene sentido aumentar unos senos que no se han desarrollado”, explica, frente a este fenómeno “que va en aumento y se da con mucha más frecuencia que antes”.
Para Alfonso Riascos, cirujano plástico del Centro Médico Imbanaco, lo que preocupa es que hasta sin el consentimiento de los padres, los adolescentes están buscando modificar su cuerpo.
“Al consultorio llegó una niña que junto a ocho amigas  del colegio, todas cursando quinto de primaria, iban a aplicarse biopolímeros para aumentarse los glúteos en una casa del barrio Tequendama. Como no tienen plata para costear los procedimientos, porque los papás no las apoyan,  buscan lo más barato y eso es un peligro”, explicó.
La creciente necesidad que manifiestan las adolescentes para cambiar su cuerpo radica, según la socióloga de la Universidad Autónoma de Occidente Elizabeth Gómez, “en alcanzar un estereotipo de belleza impuesto por el mercado, que les dice a las mujeres que hay que ser bellas para agradar a alguien, para ser aceptado. Hay investigaciones que han demostrado que  los estereotipos de belleza de las princesas de cuentos de hadas, del cine,  inciden en el aspecto de belleza que las niñas quieren tener”.
Cuenta una persona que trabaja con un cirujano estético  del sur de Cali, que hace poco una niña de 16 años llegó pidiendo un implante de senos porque los suyos nunca se desarrollaron. “Contaba que se sentía muy acomplejada, que la molestaban en el colegio. Para evitar la pena, la niña se rellenaba el sostén con medias. Dijo que le pidió hasta el cansancio la cirugía a sus papás porque era muy duro vivir así. Es que, si uno le tapa la cara, parece un niño”, comenta.
La socióloga dice que la iniciativa del proyecto es buena, en la medida en que plantea sanciones económicas para aquellos médicos que “deciden operar a estas niñas por negocio, por ampliar su mercado”. Sin embargo, también dice que debe llamarse la atención sobre padres de familia que presionan a sus hijos para someterse a cirugías.
“Una niña de 16 años llegó al consultorio diciendo que quería hacerse una liposucción. Pero ella no se veía segura, entonces se remitió a atención sicológica, allí descubrieron que la mamá era quien la estaba presionando. Aunque aquí no la atendimos, nos enteramos que, en efecto, a la niña le hicieron la lipo”, contó el doctor Alfonso Riascos.
El senador Lizcano, al radicar la iniciativa, explicó que “la decisión sobre una cirugía estética debe esperar hasta que la persona sea  adulta y pueda decidir por sí misma. Estos procedimientos pueden generar consecuencias irreversibles, que alteran decisiones de vida como el ejercicio pleno de la maternidad o condiciones de salud que obligan al sometimiento a más procedimientos quirúrgicos.
Agrega que “son  riesgos que los jóvenes no pueden prever por el momento de formación en el que se encuentran, y que no se justifican bajo el ejercicio de una patria potestad responsable”.
Las cirugías que pretende prohibir el proyecto de ley radicado esta semana en el   Congreso son:
  • Cirugías de implante  de senos y de glúteos.
  • Blefaroplastia  (cirugía de párpados).
  • Injertos  de cuero cabelludo.
  • Implante malar  (implantes para mejorar el equilibrio de los rasgos faciales).
  • Mentoplastia  (cirugía para proyectar o reducir el mentón).
  •  Queiloplastia  (cirugía busca mejorar el aspecto de los labios superior o inferior).
  •  Ritidectomía  (también conocido como lifting o estiramiento facial).
  •  Ritidoplastia  (procedimiento para remover el exceso de piel de la cara y corregir los ángulos faciales).
  •  Mamoplastia 
  • Abdominoplastia  (cirugía para remodelar y reafirmar el abdomen).
  •  Liposucciones y lipoesculturas  (procedimientos que remoldean la silueta al extraer grasa o tejido adiposo aspirándolos por medio de una jeringa conectada a una máquina aspiradora, sea automática o mecánica, o mediante ultrasonido).
  •  Vaginoplastia  (o  rejuvenecimiento vaginal).
  •  Aplicación de Botox  (para reducir o desaparecer las líneas de expresión).
  •  Carboxiterapia  (elimina el exceso de grasa localizada, inyectando dióxido de carbono bajo la piel).
  •  Hidrolipólisis ultrasónica  (eliminar  grasa localizada por medio de la inyección de una solución estéril en los cúmulos de grasa localizada, que hace que estos micro exploten).
  •  Inyecciones de materiales como  ácido hialurónico,  para aumentar el volumen de ciertas áreas.
  • Mesoterapia  (en la que también se inyectan ampolletas con sustancias que buscan reducir la grasa).
  •  Ultracavitación  (técnica que genera pequeñas burbujas que explotan dentro del tejido adiposo y deshacen la grasa, regresándola al sistema linfático).
Nariz, ojos y orejas, excluidos 
La prohibición del proyecto de ley excluye las cirugías de nariz, ojos y orejas.
 
“En el caso de nariz y orejas, son órganos que se desarrollan en su totalidad a  edad temprana. Las cirugías reconstructivas también están por fuera. Hay casos como el de niñas con gigantomastia (crecimiento excesivo de los senos) a las que se les puede intervenir, siempre y cuando se certifiquen daños en su columna o desarrollo físico”, explicó la presidenta de la Sociedad Colombiana de Cirugía Plástica, Lina Triana. Se excluye, entre otras, peelings químicos y depilación láser.
 
“Me hice la cirugía de nariz a los 15 años, porque era muy fea, grande, como una curva. Me dio por cambiármela porque iba a entrar a la universidad. Mis papás me apoyaron, pero si yo hubiera pedido una cirugía distinta, como de senos o una lipo, me habrían dicho que no.
Estoy de acuerdo con que  prohiban esas cirugías. Muchos se dejan llevar por la sociedad y después se arrepienten”, dice Natalia, de 17 años.
 
El proyecto del ley también contempla  multas de 450 salarios mínimos legales mensuales vigentes (que equivalen a $290 millones) para médicos e instituciones de salud que hagan las cirugías prohibidas. Prohibe, además,   la promoción publicitaria dirigida a menores de edad de procedimientos  estéticos y el uso de modelos menores de edad en campañas publicitarias para este mercado.

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