sábado, 18 de abril de 2015

El muchacho de Sarría que con su talento y carisma rompió barreras en las mayores por Riwill Jesús Serrano

 
Caracas, 18 Abr. AVN.- Ante casi 10.000 aficionados y con el número 17 en su uniforme de los Medias Blancas de Chicago, Alfonso "Chico" Carrasquel debutó en el béisbol de las Grandes Ligas con su juego pícaro y dinámico, que lo llevó a romper esquemas en un deporte que hasta el momento se jugaba con mucha rigidez.
"Carrasquelito", uno de los peloteros más populares y queridos por la afición venezolana, brilló en las mayores en un momento difícil para los afroamericanos y latinos. Era la época de la postguerra y el racismo era ley en los Estados Unidos de los años 50.
En esa época se jugaba con rudeza. Llegó a mantenerse en el campo con las pantorrillas cortadas por los ganchos de los zapatos de los corredores rivales que intentaban cortar jugadas que el Chico las terminaba en outs.
“Solamente el hecho de llevar el nombre Hernández, González, Carrasquel, nos marcaba como no blancos para el béisbol de Grandes Ligas. Podíamos jugar en esa categoría pero siempre nos rodeaba cierto rechazo que actuaba para los negros y para nosotros, no para los italianos ni para los judíos”, narró el caraqueño, reseñado en el libro Alfonso "Chico" Carrasquel Con la V en el Pecho escrito por la periodista venezolana Milagros Socorro.
Chico destacó como jugador desde pequeño, firmó en 1949 con los Dodgers de Brooklyn y luego fue cambiado a los Medias Blancas de Chicago.
A los 24 años, debutó al jugar como titular del short stop el 18 de abril de 1950 frente a los Carmelitas de San Luis en Chicago. Fue séptimo bate y dio un hit en tres turnos en la derrota de su equipo 5-3.
Chico quien era sobrino de Alejandro "Patón" Carrasquel, lanzador y primer venezolano en la gran carpa, fue el primer latinoamericano que cubrió el short stop con garbo y elegancia, al mostrar desplazamientos únicos mezclados con un juego alegre y apasionado que cautivó a los aficionados por su gran destreza para fildear.
El pelotero cubano Orestes "Minnie" Miñoso, su compañero de equipo, comentaba: "Había visto tantos buenos campocortos, pero Chico ha jugado como nadie alguna vez he visto. ¡Este chico nunca se pierde una pelota! ¡Qué guante! ¡Qué manos! Tiro perfecto a la primera base todo el tiempo", comentó Miñoso, legendario jugador que rompió barreras del racismo dentro de las Grandes Ligas y único en jugar en cinco décadas distintas.
Tanta fue la idolatría que generó Carrasquelito con su carisma, que su popularidad creció a pasos agigantados. En Venezuela se convirtió en uno de los grandes ídolos del pueblo. En 1951, en su recibimiento en el aeropuerto de La Carlota, fue alzado en hombros por un mar de gente que le demostró su admiración y cariño.
El "Muchacho de Sarría" como también se le conocía, fue el primer pelotero latino en un Juego de Estrellas y compartió en el campo con glorias de ese deporte como Ted Williams, Stan Musial, Joe DiMaggio y Jackie Robinson (primer beisbolista afroamericano en ingresar a las Grandes Ligas).
"Mi guante habla por mí"
Llegó a Estados Unidos sin hablar inglés, pasó ratos amargos por eso, pero siempre salió airoso por su espontaneidad. "Esta gente esta empeñada en que hablé inglés, pero yo hablo es con mi guante", se decía a sí mismo.
En una ocasión un periodista, quien debía escribir sobre la vida de Chico, lo criticó por no hablar inglés, a lo que Carrasquel respondió: "El que debe aprender a hablar español eres tú, porque a mi no me trajeron aquí para hablar (...) cuando aprendas español me avisas y conversamos. El hombre se levantó y se fue bravo", recordaba Chico.
Su manager, Paul Richards, cuando lo veía hablando español con otros latinos, cortaba la conversa y les decía: "No quiero que me hablen en español, se habla inglés y de béisbol".
En una ocasión, cuando ya el "Sobrino", otro de sus motes, era una figura consolidada a mediados de los años 50, Phil Rizzuto, campocorto estelar de los Yankees de Nueva York y uno de los grandes de la historia, le dijo: "¡Qué grande hubiese sido yo sino hubiera jugado en tú época!".
Chico le rompió varios récords defensivos a Rizzuto y le ganó cuatro veces la elección como titular de la posición en el Juego de Estrellas.
"Aquí estas carajito, empezaste a jugar con los pies descalzos, metido en saco de harina (su primer uniforme lo cosió su mamá con la tela de dos sacos de harina de la época, la Gold Medal) y ahora estás parado en el césped del Yankee Stadium, la casa de Babe Ruth, Joe DiMaggio y Mickey Mantle", se dijo a si mismo cuando jugó por primera vez en el hogar de los Mulos del Bronx, famoso y mítico recinto.
En los “Sox” hizo pareja de doble plays con Nellie Fox. Reemplazó en las paradas cortas a Luke Appling, Salón de la Fama, y quien por más de 20 años fue la figura de Chicago. Appling, quien se retiró esa campaña a los 43 años, jugando como reemplazo defensivo, fungió como mentor del criollo.
Esa misma tarea realizaría Carrasquel, años después, cuando fue un guía en la carrera de Luis Aparicio, único venezolano en el Salón de la Fama en el béisbol estadounidense, quien escribiría su grandiosa historia al sustituir en el puesto 6 del campo de Chicago, precisamente, a Carrasquelito.
El pollo relleno y los jonrones de a 100
Con el Chico eran 10 los hijos de María Lourdes Carrasquel Aparicio, su madre adorada. Carrasquelito degustaba con placer el pollo relleno de verduras que su madre le cocinaba. La señora Lourdes lo consentía tanto, que incluso, estando en Chicago, ya como grandeliga, le mandó por correo su plato favorito en una caja.
"¡El pollo llega a Chicago en una caja, imáginate el estado en que llegó!", contaba el pelotero nacido en el Barrio Corao (hoy no existe) en La Candelaria un 23 de enero de 1958.
Chico vendió arepas para ayudar a su familia, sin embargo su amor al juego lo llevó a dejar los estudios para vivir del béisbol, deporte que le serviría para seguir aportando dinero para su hogar
"Cuando yo jugaba con el Cervecería Caracas, nos daban 100  bolívares por un jonrón, 30 por un triple, 20 por un doble y 10 por un hit, eso si ganábamos", explicó en el citado libro, donde recuerda que su madre escuchaba en la radio los partidos y ligaba un jonrón en cada turno.
Legado y numeritos
Chico allanó el camino a figuras como Luis Aparicio, David Concepción, Oswaldo Guillén, Omar Vizquel, y más recientemente Elvis Andrus, Alcides Escobar, entre otros centenares de jugadores, que han hecho que Venezuela sea reconocida como una tierra con talentosos campocortos.
En Estados Unidos jugó 1.241 partidos en 10 temporadas con Chicago (1950-55), Indios de Cleveland (1956-58) Atléticos de Kansas City (1958) y Orioles de Baltimore (1959) y dejó las siguientes cifras: promedio al bate de .258; porcentaje de fildeo .969; 568 carreras anotadas; 1.199 hits; 55 jonrones, 770 dobleplays; y 3.619 asistencias.
En 1951 logró 297 lances sin cometer errores, con lo que superó el récord que pertenecía a Phil Rizzuto con 288.
Con Baltimore participó en el primer tripleplay en la historia de los juegos inaugurales de Grandes Ligas en 1959.
El "fantasma de la calle 35", como también fue conocido el Chico, partió físicamente el 27 de mayo de 2005.
Riwill Jesús Serrano AVN 18/04/2015 08:55

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