ROBERTO MALAVER Firmas

Agarrando aunque sea fallo! Nadie nos va a creer un carajo. Ocurre que salimos de bocones a decir que habíamos recogido más de dos millones de firmas y hasta nuestros medios, consecuentes siempre esos carajos con nosotros, salieron a publicar en primera página esa vaina, y ahora las llevamos al CNE y decimos que entregamos un millón ochocientos mil, qué vaina es esa. Vamos a seguir jodiéndonos nosotros mismos. Y siempre la misma estrategia: caerle encima a Tibisay Lucena. Seguimos creyendo que teniendo el Poder Legislativo tenemos todos los poderes, parecemos pendejos. Somos bien malos como parlamentarios pero viajando somos del carajo, ya vimos a unos compañeros con esa cara de felicidad en una foto en Washington al lado de Roberta Jacobson hablando pestes del país y pidiendo libertad, clac, clac, libertad clac, clac.

De paso, ahora andamos empujando para que el CNE apure la vaina del revocatorio y nosotros, que pudimos arrancar a pedir la activación de esa vaina desde el 10 de enero, cuando se cumplía la mitad del mandato de Maduro vete ya, no, lo estamos haciendo ahora y le decimos a nuestra gente que esa vaina va porque ya está a punto de vencer el plazo de los seis meses que dio Espoleta Allup y no podemos seguir con esa guachafita. A Espoleta Allup no le va a creer nadie más nunca, cada vez que promete una vaina, Matemático Borges se lo queda viendo muerto de la risa porque sabe que eso no se cumplirá nunca.

Además, ahora los chavistas nos acaban de joder con esa pendejada de que van a revisar las firmas una por una, y firma falsa, firma con demanda, coño, y pensar que más de un bolsa puso a su hijo menor a firmar para tomarse la foto con su hijo pidiendo libertad, clac, clac. Libertad clac, clac. Diosdado –Dueño de mundo– Cabello está cada momento diciendo que el referéndum no va, que engañamos a nuestra gente y ya tiene una fiesta montada cada vez que hace su programa, y eso nos pasa por pendejos, porque siempre queremos ser más adecos que Espoleta Allup.

El papá de Margot estaba viendo el canal ocho y vio a Cabello decir que somos unos tramposos y que van a ver las firmas una por una y chavista que haya firmado que se vaya, por que no tiene sentido que esté trabajando en un gobierno que no cree. Y entonces el hombre se puso de pie y dijo: “Yo firmé como 10 veces, pero cada una de mis firmas es válida, así que no me jodan”. Y se fue al cuarto y le metió ese coñazo a la puerta y los vecinos gritaron: “Baaaaaaasta, carajo”.

—Aunque sea con borrones, escríbeme. –Me canta Margot.