El presidente de El Salvador, Salvador Sánchez Cerén, anunció este sábado que no reconocerá al gobierno interino de Michel Temer en Brasil, por considerar que la suspensión de Dilma Rousseff es "una manipulación política" que ha llevado a "a la configuración de un golpe de Estado".
"Hemos analizado la situación y hemos tomado la decisión de no reconocer ese gobierno provisional de Brasil, porque hay una manipulación política", aseguró el mandatario en un discurso en el marco de su programa Gobernando con la Gente, celebrado en la ciudad de Izalco, 61 km al oeste de San Salvador.
Sánchez Cerén también indicó que otra decisión tomada es llamar al país a la embajadora salvadoreña en Brasil, Diana Marcela Vanegas, a quien además se le ha dado instrucciones de no participar en ningún acto oficial del gobierno de Temer.
El presidente salvadoreño consideró que lo ocurrido a Rousseff, "es un hecho que en Latinoamérica antes, hace muchos años, eran golpes que daban las fuerzas militares, eran golpes militares, aquí ha sido una destitución por el Parlamento, por el Senado".
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En un comunicado, la Cancillería salvadoreña señaló que la suspención de la presidenta Rousseff por parte del Senado llega "a confirmar los planteamientos realizados dentro de Brasil, como también a nivel internacional, en el sentido de que asistimos, desafortunadamente, a la configuración de un golpe de Estado".
"Hay una manipulación política", sostuvo Sánchez Cerén, tras asegurar que su gobierno se mantendrá observando el desarrollo de los acontecimientos en Brasil en donde, consideró, "se está vulnerando la democracia".
Desde el anterior gobierno de izquierda del expresidente Mauricio Funes (2009-2014), El Salvador hizo más estrecha su relación con Brasil, una relación cercana que el presidente Sánchez Cerén también mantuvo con el gobierno de Rousseff.
"El gobierno salvadoreño permanecerá dando seguimiento a los acontecimientos y continuará, conforme su evolución, actualizando sus medidas sobre la situación en Brasil", señaló la cancillería.
Acusada de maquillar las cuentas públicas, el Senado decidió el jueves apartar a Rousseff del poder por un máximo de 180 días, mientras dure su juicio. Si es hallada culpable, Michel Temer completará su mandato.
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