Luego de los casos de corrupción encontrados en la Corporación
Venezolana de Alimentos (CVAL) y la red de Abastos Bicentenario,
aplaudimos las palabras del presidente Nicolás Maduro de ordenar la
creación de una nueva corporación que esté en manos de las comunas y los
consejos comunales.
Esto es muy bueno pues serían las comunidades las que saldrían
beneficiadas directamente con esta nueva distribución de alimentos.
Debemos hacer una autocrítica y admitir que las bodegas patriotas que
están en nuestros barrios han sido un fracaso. Las personas que se
encargan de la venta de estos productos deben madrugar y solo les venden
un bulto de diversos productos.
Esta mercancía es muy poca para la cantidad de gente que habitamos en
los sectores populares y su venta al público solo traería problemas.
Es por eso que muchas veces deciden venderla a sus familiares.
Con la implementación de esta nueva modalidad, la comunidad se vería
muy beneficiada porque los consejos comunales lo administrarían y harían
ventas a cielo abierto.
La ventaja de esto es que todas las personas pueden visualizar los productos que se están expendiendo y así comprarlos.
Si le hicieran un despacho más grande a las comunidades donde están las bodegas patriotas, esto funcionaría mejor.
Yo soy un revolucionario a cabalidad, por eso sé que con voluntad y
honestidad el Poder Popular junto a las instituciones del Estado podemos
mejorar la situación de los alimentos.
CIUDAD CCS
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