Resulta graciosa esta obra de los medios internacionales de
“comunicación” con respecto a nuestro camarada y mano derecha de Chávez;
ahora de Nicolás, es lógico. Y es lógico que si tenemos tantos millones
de colombianos en la patria, algunos de ellos sean paramilitares. La
verdad es que en nuestra hermana y vecina, se escogieron los colores de
nuestra bandera como símbolo patrio y es que los colombianos de esa
época, cuando “Venezuela era un campo de batalla, Ecuador un convento y
Colombia una universidad” sus habitantes comprendieron el valor de
Bolívar y por eso su inmensa plaza en Bogotá. Pero además, ese concepto
de Colombia, proviene de Miranda, otro venezolano que junto al
Libertador forjaron también las tierras vecinas. Tan solo, algo prendió
la chispa del desencuentro entre nuestras naciones y es que de este lado
hay mucho petróleo, para poca gente y allá, hay poco petróleo para
mucha gente, entonces vemos como en Cúcuta (y su amplio alrededor hasta
más allá de Pamplona, casi por allá, por Santa Marta; sin Venezuela no
viven bien).
Entonces, como por arte de magia, los medios sacan un nuevo conejo de la
chistera, es Diosdado Cabello, quien resulta ser el jefe de Álvaro
Uribe, este neogranadino que en su bipolaridad, se cree gringo, siendo
un piltrafoso lacayo neoimperial, salió de abajo gracias al narcotráfico
y la casa de cambio que montó su primo Pablo Escobar, a su padre, el
viejo Uribe, en Medellín, que ve a su país, viviendo en la miseria y
quiere tapar al sol con su dedo cochino.
Ahora, resulta que en Venezuela, donde no hay siembras de drogas, es
donde los narcotraficantes pululan, en Colombia no; ya que las plantas
de coca, marihuana y amapola, se siembran solas por doquier en la nación
vecina, nadie lleva a cabo el proceso, nadie hace los negocios sucios,
no; es Diosdado el encargado de todo el proceso de la drogadicción
capitalista mundial. Como que si los venezolanos y la humanidad,
fuéramos unos tontos de capirote, nosotros sabemos que en el 2006, le
hicieron lo mismo a Chávez, al denunciarlo como del narcotráfico y por
su propio peso cayó semejante embuste Bildenberg. Es la terapia de shock
inducido, que aplican junto al paramilitarismo y todo el saboteo hecho
por los dueños de la economía a nivel nacional, que lastimosamente han
penetrado desde hace tiempo la patria bolivariana, pero ahora cobran más
que un taxista en Semana Santa y ganan más que raspadero en carnaval.
Lógicamente, el estar sentados sobre el barril de petróleo más grande
que hay en el planeta azul, lleva al imperio a buscar para siempre la
desgracia de la patria bolivariana, como lo hicieron en Chile,
(laboratorio) donde se comenzó con estos subterfugios, artimañas
negativas que comenzaron a aplicar los gringos junto a la derecha
fascista, de los diferentes países, luego de darse cuenta de que podían
dolarizar a la humanidad después de la Segunda Guerra Mundial, donde su
gran industria cultural y su brazo gigantesco llamado el cine, aunado al
instrumento casero de lavado cerebral, llamado televisión, comenzaron a
promocionar el american way of life y casi todos cayeron y caímos, de
ahí, la debacle de lo que crearon o desarrollaron llamado capitalismo
salvaje. Al ser así, mi pregunta es ¿se debe comenzar por el principio?
la respuesta es sí, Uribe, esta convicto y confeso y la humanidad sabe
que su padre, fue el fundador del narcoparamilitarismo, quien muere en
manos de las FARC y por eso el odio de Uribe, a todo lo que representan
como ejercito del pueblo. Hijo de gato.
Al morir el padre de Uribe, entrenando paramilitares cuando enfrentaron a
las FARC en una de las 40 fincas y haciendas que estaban a su nombre,
como testaferro del cartel de Medellín; de su primo lejano, Pablo
Escobar Gaviria, por ser primas las abuelas de ambos, toma el mando
“Alvarito” Así, se fue formando un narcoestado. Uribe, llega a
controlador de tráfico aéreo de Colombia, luego alcalde de Medellín,
capital de Antioquia, seguidamente, asume como gobernador del
departamento de Antioquia y así, llega a la presidencia de la Nación
Bolivariana de Colombia el narco paramilitarismo, (paracos).
Nuestra vecina nación, estuvo desde hace mucho, en eso de las drogas
pero el auge con la dirección de Uribe, fue extremadamente descomunal.
Por eso, quedamos extrañados con lo de nuestro camarada y amigo Diosdado
Cabello, quien tiene que calarse las bajezas de una humanidad que se
dejó arropar por lo negativo en la vida, por el capitalismo salvaje y la
gente quedó relegada a los que pueden sostenerse; los demás que se
pudran y eso no es así porque si somos la humanidad, debemos ser
humanistas, solidarios, con valores, ética, solidaridad, moral, solo
así, pondremos al mundo como va y no que siga al revés como esta.
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