Siempre que la oposición ataca con bajeza, proceder de políticos de poca
calidad intelectual y humana, generalmente la enfoca contra Diosdado
Cabello. Aunque en verdad, en ese afán de enlodar no hacen excepciones.
En el día de ayer, un portal web de la más recalcitrante derecha,
reprodujo en titular de grandes dimensiones la información del diario
norteamericano The Wall Street Journal, según la cual el gobierno
estadounidense investiga al presidente de la Asamblea Nacional por
narcotráfico; pero la información la ilustró con una fotografía del
presidente Maduro. Es decir, se menciona a Cabello, pero más que
subliminalmente se alude también al primer mandatario nacional. Hasta
ahora ningún medio o persona se había atrevido a tamaña infamia, pero la
manera de manejar la información de la cual hablamos repite la
estrategia ya utilizada contra Chávez, un reincidir en la bajeza que sin
duda será la conducta de ahora en adelante.
Lo contradictorio es que esa “aséptica” derecha, pulcra, acepta el financiamiento y hasta asesoría del señor Uribe. De quien uno, simple mortal, analista político provinciano de este pequeño país llamado Venezuela, pero al lado de Colombia, no puede decir nada dl expresidente neogranadino que no se conozca en el mundo. Basta decir que la mayoría de los funcionarios de su gobierno, incluyendo parlamentarios, tienen asuntos pendientes con la justicia, están presos o bajo investigaciones por asuntos relacionados con el narcotráfico u otra naturaleza y que el proceso de paz, en el país hermano que el N° 82 en la lista de la DEA combate con fragor, podría poner en claro muchas cosas que todavía están ocultas.
Pero también EEUU y Obama, sin hablar de México porque sería innecesario, siendo el país primer consumidor de narcóticos en el mundo, lo que significa la existencia adentro de mafias que pudieran, si uno asume la misma postura de la oposición, Departamento de Estado, DEA y The Wall Street Journal, pudieran ser investigados por lo mismo que acusan a Diosdado, funcionario importante de un país donde no se produce drogas y de poca significación en el negocio de esa vil mercancía.
Pero la oposición y el capital gringo privilegian la idea de acabar y reducir a cenizas todo lo que esté ligado a la herencia de Chávez. Hay que sacar ese “gusano infernal” que sintetiza el chavismo de la cabeza de las grandes multitudes del continente y hasta el mundo.
Por eso, más que por las elecciones parlamentarias mismas, la oposición y el poder gringo vuelven sobre esa práctica indecente que ya fracasó cuando intentaron aplicársela al comandante Chávez.
Tras las aludidas informaciones del diario norteamericano ya dos veces nombrado, la derecha de Miami tomó espacio y redimensionó lo que dijo el periódico. Para un personaje acá desconocido pero que desde allá, amparado en la lejanía y alcahuetería del gobierno de EEUU, se siente sobrado y envalentonado, va más allá de la información y asegura, sin prueba alguna, que hay “significativos indicios que el número dos de Venezuela (Diosdado Cabello) es la cabeza, aparentemente, de una red de narcotráfico”.
Si usted analiza la declaración infundada y vil, observa las contradicciones que contiene y que de hecho la invalidan. Después de asegurar que “hay significativos indicios”, continúa con que “es la cabeza de una red de narcotráfico; pero eso sí, dice la denunciante misma, solo “aparentemente”. Es decir, ella no asegura lo que está diciendo, pero al mismo tiempo habla como si tuviese los pelos en la mano. Aparte que el diario de marras, solamente dijo que el gobierno de Estados Unidos “investiga”, como también investigó a Chávez, Fidel Castro, Evo Morales, Correa y todo aquel gobernante que les haya incomodado o les incomode. No tardarán en acusar de lo mismo al nuevo gobierno griego y a la gente del partido Podemos de España.
Pero los de Miami no se quedaron allí. Otro personaje que se identifica como “Presidente de Venezolanos Perseguidos Políticos”, lo que ya es toda una definición de “buena fe”, aseguró lo mismo que el personaje anteriormente mencionado, pero agregó un tremendismo mayor que, en Venezuela el tráfico de Drogas es Política de Estado. El venezolano entonces es un Narco-Estado.
En Venezuela, de inmediato, tales aseveraciones fueron replicadas por Henrique Capriles, quien no atreviéndose a mencionar a Diosdado, ni a ningún funcionario por su nombre porque éste ha demandado hasta hora con éxito a periodistas que antes repitieron una denuncia de la misma naturaleza y procedente del mismo espacio, se cuidó de lanzar acusaciones al boleo, a tierra de nadie y habló de “fortunas que han amasado altos funcionarios del gobierno, presuntamente implicados en narcotráfico y lavado de dinero”. No se trata que Capriles produzca una noticia sino que acusa, pero también se cuida de no hacer mención de nadie en particular y habla de “presuntamente”. Es decir, no está en capacidad de afirmar nada, pero enloda.
Por cierto, los funcionarios envueltos en el decreto Obama, según información de prensa, introducirán una acusación contra Capriles por emitir juicios lesivos contra ellos.
En conclusión, todo lo anterior, incluyendo lo de utilizar la figura del presidente Maduro para ilustrar una información producida por un diario norteamericano, a todas luces falsa, tanto que Earle Herrera, un serio periodista, ha asegurado que en ninguna fiscalía de EEUU se ha introducido denuncia alguna contra Diosdado, revela que la oposición y ahora interiormente al frente de ella Capriles, pretende utilizar lo del “Narco Estado” con la misma finalidad de poner en la mira del guerrerista gobierno gringo a Venezuela y el Decreto de Obama, que allí está vigente, se reactive. Si en las elecciones no les va bien, volverían con sus guarimbas por “FRAUDE” y porque siendo el nuestro un gobierno de narcotraficantes habría que traer las “valientes, asépticas, respetables y humanísticas fuerzas de EEUU dispersas por el mundo” para poner orden e imponer la “TRANCISIÓN”.
Lo contradictorio es que esa “aséptica” derecha, pulcra, acepta el financiamiento y hasta asesoría del señor Uribe. De quien uno, simple mortal, analista político provinciano de este pequeño país llamado Venezuela, pero al lado de Colombia, no puede decir nada dl expresidente neogranadino que no se conozca en el mundo. Basta decir que la mayoría de los funcionarios de su gobierno, incluyendo parlamentarios, tienen asuntos pendientes con la justicia, están presos o bajo investigaciones por asuntos relacionados con el narcotráfico u otra naturaleza y que el proceso de paz, en el país hermano que el N° 82 en la lista de la DEA combate con fragor, podría poner en claro muchas cosas que todavía están ocultas.
Pero también EEUU y Obama, sin hablar de México porque sería innecesario, siendo el país primer consumidor de narcóticos en el mundo, lo que significa la existencia adentro de mafias que pudieran, si uno asume la misma postura de la oposición, Departamento de Estado, DEA y The Wall Street Journal, pudieran ser investigados por lo mismo que acusan a Diosdado, funcionario importante de un país donde no se produce drogas y de poca significación en el negocio de esa vil mercancía.
Pero la oposición y el capital gringo privilegian la idea de acabar y reducir a cenizas todo lo que esté ligado a la herencia de Chávez. Hay que sacar ese “gusano infernal” que sintetiza el chavismo de la cabeza de las grandes multitudes del continente y hasta el mundo.
Por eso, más que por las elecciones parlamentarias mismas, la oposición y el poder gringo vuelven sobre esa práctica indecente que ya fracasó cuando intentaron aplicársela al comandante Chávez.
Tras las aludidas informaciones del diario norteamericano ya dos veces nombrado, la derecha de Miami tomó espacio y redimensionó lo que dijo el periódico. Para un personaje acá desconocido pero que desde allá, amparado en la lejanía y alcahuetería del gobierno de EEUU, se siente sobrado y envalentonado, va más allá de la información y asegura, sin prueba alguna, que hay “significativos indicios que el número dos de Venezuela (Diosdado Cabello) es la cabeza, aparentemente, de una red de narcotráfico”.
Si usted analiza la declaración infundada y vil, observa las contradicciones que contiene y que de hecho la invalidan. Después de asegurar que “hay significativos indicios”, continúa con que “es la cabeza de una red de narcotráfico; pero eso sí, dice la denunciante misma, solo “aparentemente”. Es decir, ella no asegura lo que está diciendo, pero al mismo tiempo habla como si tuviese los pelos en la mano. Aparte que el diario de marras, solamente dijo que el gobierno de Estados Unidos “investiga”, como también investigó a Chávez, Fidel Castro, Evo Morales, Correa y todo aquel gobernante que les haya incomodado o les incomode. No tardarán en acusar de lo mismo al nuevo gobierno griego y a la gente del partido Podemos de España.
Pero los de Miami no se quedaron allí. Otro personaje que se identifica como “Presidente de Venezolanos Perseguidos Políticos”, lo que ya es toda una definición de “buena fe”, aseguró lo mismo que el personaje anteriormente mencionado, pero agregó un tremendismo mayor que, en Venezuela el tráfico de Drogas es Política de Estado. El venezolano entonces es un Narco-Estado.
En Venezuela, de inmediato, tales aseveraciones fueron replicadas por Henrique Capriles, quien no atreviéndose a mencionar a Diosdado, ni a ningún funcionario por su nombre porque éste ha demandado hasta hora con éxito a periodistas que antes repitieron una denuncia de la misma naturaleza y procedente del mismo espacio, se cuidó de lanzar acusaciones al boleo, a tierra de nadie y habló de “fortunas que han amasado altos funcionarios del gobierno, presuntamente implicados en narcotráfico y lavado de dinero”. No se trata que Capriles produzca una noticia sino que acusa, pero también se cuida de no hacer mención de nadie en particular y habla de “presuntamente”. Es decir, no está en capacidad de afirmar nada, pero enloda.
Por cierto, los funcionarios envueltos en el decreto Obama, según información de prensa, introducirán una acusación contra Capriles por emitir juicios lesivos contra ellos.
En conclusión, todo lo anterior, incluyendo lo de utilizar la figura del presidente Maduro para ilustrar una información producida por un diario norteamericano, a todas luces falsa, tanto que Earle Herrera, un serio periodista, ha asegurado que en ninguna fiscalía de EEUU se ha introducido denuncia alguna contra Diosdado, revela que la oposición y ahora interiormente al frente de ella Capriles, pretende utilizar lo del “Narco Estado” con la misma finalidad de poner en la mira del guerrerista gobierno gringo a Venezuela y el Decreto de Obama, que allí está vigente, se reactive. Si en las elecciones no les va bien, volverían con sus guarimbas por “FRAUDE” y porque siendo el nuestro un gobierno de narcotraficantes habría que traer las “valientes, asépticas, respetables y humanísticas fuerzas de EEUU dispersas por el mundo” para poner orden e imponer la “TRANCISIÓN”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario