“No es fácil encontrar hombres y mujeres que puedan comprender las cualidades, las diferencias culturales y la especificidad cultural de los pueblos indígenas que mi atender sólo lo entendían Chávez y Carlos Escarrá”
(Caracas, 26/11/13).- Minutos antes de comenzar en el Salón Batalla de Carabobo, del Museo Bolivaino, el acto de presentación y bautizo del libro “Sociedad, Derecho y Justicia: Bases para el Estado Socialista”, editado por la Escuela de formación Integral de la Asamblea Nacional “Dr. Carlos Escarrá Malavé”, conversamos con la luchadora de la causa indígena, representante de los derechos de los pueblos indígenas en la gobernación del estado Zulia, y diputada a la AN, Nohelí Pocaterra, a propósito de su amistad y camaradería con el doctor Escarrá Malavé, cuyo 56 aniversario de su natalicio se conmemora este martes.
-¿Cuál es su apreciación personal sobre la fecha que hoy se celebra?
-Nosotros como indígenas no celebramos ni conmemoramos las fechas de nuestro nacimiento, pero ahora vivimos una vida intercultural y reconocemos las diferencias culturales, y entendemos que los alíjonas –como llamamos a los no indígenas-, hacen estas actividades en relación a los aniversarios de su nacimiento o cuando parten de la vida terrenal.
-¿Qué significó para usted y su pueblo el Dr. Carlos Escarrá?
-Carlos Escarrá, el hermano, el hijo, significó mucho para nosotras y nosotros, los pueblos indígenas (pero también para los diputados y diputadas de la Asamblea Nacional, para quienes fuimos constituyentistas; para los miembros de la dirección nacional del PSUV del cual él formó parte). Pero especialmente para nosotros, Carlos era un hombre que admirábamos por ese verbo incendiario que tenía, por esa pasión que sabía dar en el momento oportuno con esa manera pedagógica que poseía. Era su método, su manera de ser, de afincarse en lo que él creía y cómo defendía esas posiciones.
-Fue entonces un defensor de la causa indígena…
- ¡Y un aliado! Carlos se convirtió en un aliado de la causa indígena, defendiendo los derechos de los pueblos indígenas. Y aún cuando hubo ocasiones, como la discusión de la Ley del Patrimonio Cultural -que en un momento dado no le consulté y se dio entonces el debate en la Plenaria-, donde él hizo sus observaciones, y ahí debatimos, discutimos; eso nunca afectó la amistad, el amor, y la fraternidad, que los dos nos teníamos. Luego nos sentamos y nos abrazamos en la Plenaria, porque una aprendió también de Carlos esa parte humana, que no era solo el gran académico, el gran jurista, sino que también era un gran político y un gran humanista. ¡Parecía un indio también para nosotros!, porque entendía perfectamente –quizá lo estudiaba o lo leía, se bebía esas fuentes documentales- y nos conocía. Sin duda, Carlos Escarrá tiene un gran significado para mi pueblo y también para los pueblos indígenas del continente.
-¿Cómo resumiría usted esa comprensión de la cultura indígena que tenían tanto Escarrá como el comandante Chávez?
-En un país como este, con tantos prejuicios racistas en el pasado, no es fácil encontrar un aliado que pudiese comprender las cualidades, las diferencias culturales; la especificidad cultural de los pueblos indígenas que a mi atender sólo tenían Chávez y Carlos Escarrá. Mientras que en Chávez encontramos ese guía a nivel de todo el proceso revolucionario; Carlos se convirtió en el defensor de la Revolución dentro del Parlamento cuando discutíamos alguna ley. Recuerdo que a veces pasaba por mi lado y me calmaba, me decía que iba a intervenir: yo ponía el acento indígena en mis intervenciones, pero él le ponía el acento jurídico, parlamentario y político. ¡Imposible olvidarlos a ambos!, tenemos una deuda histórica muy grande con Chávez y con Escarrá; por eso estamos muy dispuestas a difundir sus legados, a traducirlos y llevarlos a la organización nacional indígena. Sus grabaciones, videos, los podemos traducir, pues no debemos olvidar que somos por tradición sociedades orales y se puede captar a nuestras comunidades muchísimo mejor con lo audiovisual que con los textos.
-¿Qué mensaje le daría usted a los jóvenes?
-A los jóvenes les diría que hay dos grandes visionarios en la época contemporánea venezolana y ellos son Hugo Chávez y Carlos Escarrá. Cada quien con su estilo. Les hago un llamado a los estudiantes para que accedan a este centro de formación que es la Eficem donde pueden leer y consultar estos escritos, estudiar el legado y aprender de ellos: porque no sólo era lo que escribían o decían, sino su también la forma de ser, tan convincente, que tenían ambos para plantear las cosas: ¡sigan su ejemplo!
“No es fácil encontrar hombres y mujeres que puedan comprender las cualidades, las diferencias culturales y la especificidad cultural de los pueblos indígenas que mi atender sólo lo entendían Chávez y Carlos Escarrá”
(Caracas, 26/11/13).- Minutos antes de comenzar en el Salón Batalla de Carabobo, del Museo Bolivaino, el acto de presentación y bautizo del libro “Sociedad, Derecho y Justicia: Bases para el Estado Socialista”, editado por la Escuela de formación Integral de la Asamblea Nacional “Dr. Carlos Escarrá Malavé”, conversamos con la luchadora de la causa indígena, representante de los derechos de los pueblos indígenas en la gobernación del estado Zulia, y diputada a la AN, Nohelí Pocaterra, a propósito de su amistad y camaradería con el doctor Escarrá Malavé, cuyo 56 aniversario de su natalicio se conmemora este martes.
-¿Cuál es su apreciación personal sobre la fecha que hoy se celebra?
-Nosotros como indígenas no celebramos ni conmemoramos las fechas de nuestro nacimiento, pero ahora vivimos una vida intercultural y reconocemos las diferencias culturales, y entendemos que los alíjonas –como llamamos a los no indígenas-, hacen estas actividades en relación a los aniversarios de su nacimiento o cuando parten de la vida terrenal.
-¿Qué significó para usted y su pueblo el Dr. Carlos Escarrá?
-Carlos Escarrá, el hermano, el hijo, significó mucho para nosotras y nosotros, los pueblos indígenas (pero también para los diputados y diputadas de la Asamblea Nacional, para quienes fuimos constituyentistas; para los miembros de la dirección nacional del PSUV del cual él formó parte). Pero especialmente para nosotros, Carlos era un hombre que admirábamos por ese verbo incendiario que tenía, por esa pasión que sabía dar en el momento oportuno con esa manera pedagógica que poseía. Era su método, su manera de ser, de afincarse en lo que él creía y cómo defendía esas posiciones.
-Fue entonces un defensor de la causa indígena…
- ¡Y un aliado! Carlos se convirtió en un aliado de la causa indígena, defendiendo los derechos de los pueblos indígenas. Y aún cuando hubo ocasiones, como la discusión de la Ley del Patrimonio Cultural -que en un momento dado no le consulté y se dio entonces el debate en la Plenaria-, donde él hizo sus observaciones, y ahí debatimos, discutimos; eso nunca afectó la amistad, el amor, y la fraternidad, que los dos nos teníamos. Luego nos sentamos y nos abrazamos en la Plenaria, porque una aprendió también de Carlos esa parte humana, que no era solo el gran académico, el gran jurista, sino que también era un gran político y un gran humanista. ¡Parecía un indio también para nosotros!, porque entendía perfectamente –quizá lo estudiaba o lo leía, se bebía esas fuentes documentales- y nos conocía. Sin duda, Carlos Escarrá tiene un gran significado para mi pueblo y también para los pueblos indígenas del continente.
-¿Cómo resumiría usted esa comprensión de la cultura indígena que tenían tanto Escarrá como el comandante Chávez?
-En un país como este, con tantos prejuicios racistas en el pasado, no es fácil encontrar un aliado que pudiese comprender las cualidades, las diferencias culturales; la especificidad cultural de los pueblos indígenas que a mi atender sólo tenían Chávez y Carlos Escarrá. Mientras que en Chávez encontramos ese guía a nivel de todo el proceso revolucionario; Carlos se convirtió en el defensor de la Revolución dentro del Parlamento cuando discutíamos alguna ley. Recuerdo que a veces pasaba por mi lado y me calmaba, me decía que iba a intervenir: yo ponía el acento indígena en mis intervenciones, pero él le ponía el acento jurídico, parlamentario y político. ¡Imposible olvidarlos a ambos!, tenemos una deuda histórica muy grande con Chávez y con Escarrá; por eso estamos muy dispuestas a difundir sus legados, a traducirlos y llevarlos a la organización nacional indígena. Sus grabaciones, videos, los podemos traducir, pues no debemos olvidar que somos por tradición sociedades orales y se puede captar a nuestras comunidades muchísimo mejor con lo audiovisual que con los textos.
-¿Qué mensaje le daría usted a los jóvenes?
-A los jóvenes les diría que hay dos grandes visionarios en la época contemporánea venezolana y ellos son Hugo Chávez y Carlos Escarrá. Cada quien con su estilo. Les hago un llamado a los estudiantes para que accedan a este centro de formación que es la Eficem donde pueden leer y consultar estos escritos, estudiar el legado y aprender de ellos: porque no sólo era lo que escribían o decían, sino su también la forma de ser, tan convincente, que tenían ambos para plantear las cosas: ¡sigan su ejemplo!
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