jueves, 2 de agosto de 2012

Continuar construyendo el socialismo bolivariano (II)


En el camino hacia el Socialismo Bolivariano (Objetivo Histórico 2), el objetivo nacional 2.1 plantea que para lograrlo es condición indispensable dejar atrás al MODELO RENTISTA PETROLERO CAPITALISTA y sustituirlo paulatinamente por un modelo económico basado en el desarrollo de las fuerzas productivas. Esto lo que significa es que nuestra economía no puede seguir dependiendo casi exclusivamente de la riqueza que produce el petróleo, riqueza en cuya creación, las y los venezolanos no hemos puesto ningún esfuerzo, ya que todo se debe a la benevolencia de la madre naturaleza al colocar tanta riqueza en el subsuelo de la Patria de Bolívar.
No está de más recordar que cuando los gringos no sabían que nuestro subsuelo guardaba tanto petróleo, los venezolanos éramos grandes productores y exportadores de cacao, café y cuero, por citar sólo tres rubros. Después nos vinimos a menos, lo cual, en la década de los 80 y 90, los parranderos de mi pueblo natal, San José de Barlovento, recordaban y reclamaban en el siguiente verso navideño: “Barlovento fue /tierra del cacao/ todo se acabaoo/ yo no sé por qué”. Afortunadamente, la Revolución Bolivariana tiene varios años invirtiendo en la recuperación de los cacaotales de los estados Miranda y Sucre. También se le está dando valor agregado al cacao barloventeño, a través de las Empresas de Producción Social, cacao Oderí que produce el chocolate Cimarrón. De los campesinos mirandinos y sucrenses y de los extensionistas que realizan el acompañamiento integral, depende que estos proyectos no se mueran, y que con el tiempo se encumbren a los productores y a la Patria a la cima de la prosperidad.
No lamentamos que tengamos petróleo, lo que si lamentamos es que hayamos permitido que las transnacionales nos saquearan durante tantos años y que las migajas dejadas no la hayamos utilizado juiciosamente en función de la necesaria diversificación de nuestra economía y de la justa inversión social. Se nos antoja que los gobernantes de la IV República, además de antipatriotas y corruptos, cumplieron al pie de la letra aquello de: “lo que nada nos cuesta, hagámoslo fiesta”. Por lo tanto, es muy importante, tener siempre presente que aunque tengamos petróleo para 300 ó 500 años, los bolivarianos debemos recuperar el tiempo y los recursos perdidos; actuando racional y eficientemente. Por eso debemos mantenernos vigilantes para que en la V República nunca se repita la conocida historia de ineficiencia, despilfarro y riquezas súbitas.
En síntesis, en términos de un nuevo sistema económico para la transición, lo que está planteado es: “impulsar nuevas formas de organización que pongan al servicio de la sociedad los medios de producción, con nuevos esquemas productivos que generen un sistemas de integración de las redes productivas y modelos de gestión con unidades productivas; y por lo tanto autosustentables, de propiedad social, donde las y los trabajadores organizados en Consejos de Trabajadoras y Trabajadores produzcan en forma eficiente bienes y servicios, que les permita a éllas y éllos vivir decorosamente y contribuir con el bienestar social del entorno”. A manera de ejemplo, podemos decir que los principios anteriores son aplicables a la producción primaria de una finca agropecuaria, pero también a la transformación de esa materia prima en productos terminados, listos para el consumo humano y animal, todo a precios accesible a la población y con ganancias razonables y no usureras.
Es comprensible que las EMPRESAS DE PRODUCCIÓN SOCIAL inicialmente tengan el acompañamiento técnico, administrativo e ideológico (Asistencia integral) y la supervisión del Estado, porque es una forma novedosa de gestión. En nuestra humilde opinión el SEGUIMIENTO Y CONTROL, es absolutamente necesario. Para ambos componentes (Consejo de Trabajadores y organismo Estatal) debe estar claro que el modelo económico funcionará, si y sólo si, tales empresas producen para que las y los trabajadores vivan con dignidad, para que las empresas puedan invertir en mantenimiento y en reposición de piezas o equipos que hayan cumplido con su vida útil; y adicionalmente, si tales empresa producen algún excedente económico que les permita “contribuir con el bienestar socioeconómico del entorno donde se asienten tales unidades productivas…( 2.1.3.4). Lo anterior significa que la productividad es condición indispensable. Por lo tanto, hay que sacarse de la cabeza la dependencia de “Papá Estado”. Esto último lo decimos, porque no faltará quienes piensen en repartición de utilidades entre las y los trabajadores sin haberlas producido.
Todo este modelo tendrá un final feliz; siempre y cuando, además de cuidar la producción primaria y secundaria, eliminemos los intermediarios y cuidemos los mecanismos de transporte, distribución y comercialización. Cuando hablamos de éxito de la producción agropecuaria primaria, la vialidad es una infraestructura fundamental de apoyo a tal producción. Por supuesto que a la vialidad le sigue el transporte, el cual puede encarecer excesivamente los costos, sobre todo cuando se nos ocurre la capitalista y absurda idea de transportar al estado Aragua a través de enormes camiones, al ganado que se produce en Mantecal o Achaguas, en el productivo y querido estado Apure. Ah mundo, que no se hubiesen paralizado por tantas décadas los proyectos de vías férreas!
En la comercialización, tanto la sociedad organizada como el Estado, deben tener una vigilancia estricta sobre los costos de producción, para que los precios de venta al público sean justos para los consumidores, pero también para los productores, a quienes no se les puede pedir que trabajen para perder, pero bajo ningún concepto se les puede tolerar ganancias usureras. Por eso debemos conocer y difundir la Ley de costos y precios justos y apoyar a INDEPABIS Y a la INTENDENCIA en la aplicación de tal Ley. Este modelo tampoco funcionará si se producen los bienes y servicios, pero la población no los puede adquirir porque tienen precios prohibitivos. Si lo hacemos, viviremos y venceremos y la Revolución Bolivariana no saldrá del corazón de los venezolanos!

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